Mauro Vargas, jefe de la Policía en Manta, indicó que delitos como el robo a personas y receptación de cosas robadas se trasladaron a las actuales zonas comerciales (calle 13 y centro comercial La Bahía).

“En un principio no se presentaron mayores inconvenientes en estas zonas, pero ya han denunciado robos de teléfonos celulares”, dijo Vargas. 

Ante esta situación, según el agente, la Policía trabaja en coordinación con el Municipio de Manta para brindar seguridad en los lugares donde se han ubicado los comerciantes.

Vargas explicó que han aumentado los patrullajes  en la calle 13 y el sector de La Bahía, donde se cree están operando los delincuentes. Eusebio García, comerciante de la calle 13, manifestó que ha notado la presencia de la Policía, pero no ha escuchado que en el lugar se estén registrando robos. “Lo que sí es notorio es que después del terremoto la actividad comercial en esta calle aumentó”, dijo García. 

Rubén Cedeño suele parquear todos los días su triciclo para vender cítricos cerca al centro comercial La Bahía, y dice no haber presenciado ningún robo. 

 Mauro Vargas informó además que, de los 50 puntos identificados en la ciudad como “Mitos de la inseguridad”, tres estaban ubicados en la parroquia Tarqui, y con el terremoto desaparecieron o se movieron a otros sitios. 

Uno de ellos es el delito de microtráfico de droga que existía en el barrio Perpetuo Socorro, lugar donde   por varias ocasiones se realizaron operativos. 

Vargas cree que estos delitos simplemente se mudaron de lugar, y con el tiempo se podrá identificar dónde se están registrando. 

Mientras tanto, realizan trabajos de investigación para determinar los lugares con mayor incidencia delictiva. Cerca de 280 mujeres y hombres resguardan también la zona comercial.