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El abrazo de los secretarios

Tres secretarios de la fiscalía identificaron a los 210 fallecidos que dejó el terremoto en manta.

Lunes 18 Julio 2016 | 05:00

El reconocimiento de un cadáver terminaba con un abrazo que les quebraba el alma. 

Así fue el trabajo de  tres secretarios de la Fiscalía de Manta que estuvieron a cargo de la identificación de los 210 fallecidos que dejó el terremoto en Manta.
Joel Chávez y Jorge Campaín nunca habían visto una camioneta de la Policía con 15 personas fallecidas.
Y pese a que en algunas ocasiones han realizado levantamiento de cadáveres por disposición de la Fiscalía, nunca habían llorado junto a las víctimas golpeadas por alguna desgracia.
Pero el terremoto del 16 de abril los marcó y convivieron con los familiares de los fallecidos que llegaban a reconocer a las víctimas dentro del cementerio Jardines del Edén. 
Chávez recordó que habían personas que se derrumbaban al identificar a sus parientes y en ese momento les daba un abrazo, pero al final  ambos terminaban llorando. “Era imposible no derrumbarse ante cada escena de dolor. La muerte de los niños fue lo que más impactó. Muchos fallecieron junto a sus padres cuando les compraban la mochila por el inicio de clases”, expresó. 
El secretario dijo que habían personas que  buscaban a un solo pariente, pero dentro del cementerio vivían momentos trágicos porque debían reconocer hasta seis miembros de su misma familia. 
Él narró que la desesperación era más fuerte cuando entraban los patrulleros con los cuerpos y las personas pedían reconocerlos de forma inmediata.
A los dos días de la tragedia, los cadáveres llegaban en estado de descomposición y el reconocimiento se volvió más complicado. Algunos lograron ser  identificados por la ropa, anillos, zapatillas o lunares. 
Jorge Campaín también trabaja en la Fiscalía y manifestó que escuchar el timbre de los celulares dentro de los bolsillos de las víctimas lo conmovían porque muchas personas llamaban para saber si aún estaban con vida. 
“A mí me tocó identificar a los niños y cuando veía los cadáveres me acordaba de mi hija y me ponía a llorar”, reveló. 
Algunos cuerpos llegaban con los rostros destrozados y otros sin piernas ni brazos. Campaín dijo que la mayoría estaban irreconocibles por las fracturas que presentaban.
María Magdalena Cadena es la tercer abogada que participó en el reconocimiento y cuenta que ya había convivido con una tragedia similar.
Ella estuvo en el levantamiento de los 36 cadáveres que dejó un accidente de tránsito registrado en el 2010 en el sector La Crespa del cantón Flavio Alfaro, cuando un bus de la cooperativa Reina del Camino cayó a un abismo. Ese accidente también dejó 46 heridos.
“Trabajé seis años  en el departamento de medicina legal de la Fiscalía y ya estaba familiarizada con el reconocimiento de los cadáveres, pero al llegar al cementerio  me encontré con algo que jamás imaginé: gente llorando en la puerta desesperada por sus familiares”, expresó.
Ella supo que la tragedia fue grande cuando un patrullero llegó a la morgue con más de 15 cadáveres,  de los cuales unos fueron reconocidos por tatuajes y otros por los aretes. 
A Cadena la marcó la historia de una señora que llevaba dos días en la puerta del cementerio esperando el cuerpo de su hermana y al reconocerla le dio un fuerte abrazo y ella llorando le dijo: “Hoy podré dormir en paz, no podía abandonar a mi hermana”.
Los tres secretarios confesaron que mientras reconocían los cadáveres, hubo momentos en que se sentían desbastados. Luego templaron los nervios y continuaron consolando a los familiares que llegaban aturdidos a la puerta del cementerio. 
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