Una caminata que se inició en la iglesia La Merced y culminó en la calle Olmedo, junto a la Catedral Jesús el Buen Pastor, donde el arzobispo de Portoviejo, Lorenzo Voltolini, ofició una misa en memoria de las víctimas del terremoto del 16 de abril, y luego un concierto de órgano en el interior de la catedral, fueron los actos con los que se recordaron los 3 meses del fatídico terremoto que devastó a Manabí y el sur de Esmeraldas. Donde dejó 760 muertos, miles de familias sin hogar y destruida la infraestructura de ciudades como Pedernales, Jama, Bahía de Caráquez, Portoviejo, Manta y la parroquia Canoa, que estuvieron entre las más afectadas.
>PORTOVIEJO. En Portoviejo, decenas de católicos se concentraron en la iglesia La Merced, desde donde partió la procesión con la imagen de la Virgen de La Merced, patrona de la ciudad.
De la iglesia tomaron las calles Bolívar, Espejo, Francisco de P. Moreira y Olmedo, en el perímetro de la “zona cero”.
En determinados momentos las oraciones quedaban suspendidas en el aire, mientras quienes las decían miraban hacia los edificios destruidos y las máquinas que descansaban del trabajo de demolición, lo que hacía más latente la soledad que reina en la zona desde el fatídico día.
>DOLOR. A su paso, desde veredas y portales otras personas también se unían a los caminantes con sus oraciones. Todos estaban unidos por un mismo sentimiento de dolor, entre recuerdos de quienes fallecieron en el movimiento telúrico.
Miembros de las Fuerzas Armadas llevaron en hombros a la Virgen, que también es su patrona.
Ya en la calle Olmedo, a un costado de la catedral, una plataforma estaba lista para que Voltolini oficiara la misa en memoria de las víctimas.
“Queremos dedicar esta eucaristía a quienes fallecieron durante el terremoto y a quienes aún tienen su corazón lastimado por las consecuencias de lo ocurrido”, dijo el prelado.
Y las lágrimas afloraron a los ojos de aquellos que, como todos, reviven la tragedia...
