En calles y buses es común ver por estos días a las personas con abrigos u otros simplemente frotándose las manos para entrar en calor.

A María Álava, en la ciudadela El Llano, le cuesta levantar a su nieto para llevarlo a la guardería, ya que el frío lo arrulla. Sin embargo, toca despertarlo y llevarlo “más dormido que despierto”.

Cambios. El clima, por su parte, juega un rol importante en el comercio. Eduardo Martínez, quien lidera a los comerciantes junto al colegio Portoviejo, dijo que se cierra el ciclo para la venta de ropa escolar y se abre por un par de meses el tiempo para los abrigos. En su caso, aseveró, debe cubrirse hasta las orejas para evitar que el frío afecte su salud, ya que debe madrugar a su trabajo.

“La ropa escolar ya se guardó. Ahora están saliendo los abrigos ligeros, que sirvan sin que hagan bulto”, comentó.

Los alicrados con gorros son la tendencia entre los consumidores, expresó el comerciante, agregando que los precios son accesibles. Tanto así que se encuentran desde los trece dólares.

Elmo Gavilanes reconoció que el clima impone la moda, y en su caso se vio obligado a adelantar los pedidos de ropa gruesa para brindar opciones a sus clientes, ya que comienzan a preguntar y no tiene mucho de dónde escoger.

“Aún exhibo ropa escolar porque tengo la esperanza de seguir vendiendo”, dijo. 

Ángela Camuendo, en cambio, cuenta con un local amplio donde la ropa “fina y gruesa” está por todas partes. 

La mayor parte de su vida se ha dedicado a la actividad, así que no puede dejar nada para la suerte.

La “carta” la componen abrigos desde doce dólares; guantes de tres dólares, gorros de tres dólares y bufandas desde cuatro dólares en adelante.

Prevención. Nuvia Valdez, epidemióloga del hospital regional Verdi Cevallos Balda, declaró que los cambios de temperatura suelen aumentar los casos de cuadros respiratorios. En la actualidad atienden entre diez y quince casos por diferentes patologías que van desde resfriados comunes en niños hasta neumonía en adultos mayores. 

Por eso recomendó a los padres mantener la atención en los infantes afectados. Los niños con cuadros respiratorios no pueden asistir a clases hasta que el cuadro infeccioso haya disminuido para evitar el contagio.

“Deben usar paños húmedos para toser y al estornudar hacerlo en la parte interna del brazo”, indicó la funcionaria.