El objetivo es acelerar, con este proceso, la destrucción de inmuebles a casi tres meses del terremoto. 

Actualmente el derrocamiento se realiza mediante maquinaria pesada. El COE aclaró que la demolición con explosivos será parcial, es decir poco a poco. 

La propuesta fue presentada por Rodrigo Mejía, representante de la Universidad de las Fuerzas Armadas. 

Mejía, quien además pertenece al Departamento de Ciencias de la Tierra y la Construcción, explicó que la demolición parcial significa destruir un inmueble por partes y en varios tiempos. Aseguró que este proceso es muy distinto a la implosión, donde la destrucción es total al mismo tiempo y la carga explosiva es mucho mayor.  

En cambio, con la explosión parcial que propone la universidad, la carga de pólvora será menor y por ende habrá menos expansión de masa explosiva que podría contaminar el ambiente, agregó Mejía. 

“La cantidad de carga explosiva a utilizar y los puntos específicos donde deberá ser colocada, así como las medidas de prevención para cada demolición, serán definidos por especialistas de la entidad educativa del Ejército”, informó el COE. 

Sara Delgado, directora municipal de Obras Públicas, mencionó que el COE no registra edificaciones que requieran demolición con explosivos porque hasta la fecha todas se han hecho con maquinaria. 

Sin embargo, adelantó que hoy recorrerá la ciudad, junto con los representantes de la universidad, para determinar las estructuras a derribar parcialmente con esta técnica. 

El COE prevé aplicar este procedimiento desde este fin de semana. Delgado cree que una posibilidad sería el edificio donde funcionaba el bazar “Lorena”, en la “zona cero” de Tarqui. 

La funcionaria tampoco descarta usar el procedimiento de implosión con el edificio Nerea, ubicado en la vía a Barbasquillo. 

Todo dependerá del informe que emita el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi). 

El documento determinará si el edificio de nueve pisos debe ser o no demolido. De proceder, se lo demolerá con explosivos en un mismo día y al mismo tiempo, sostuvo la funcionaria.  

Expertos explicaron que la implosión de una construcción reduce a segundos un proceso que podría tomar meses o años por otros métodos, tales como el derrumbamiento progresivo mediante arietes metálicos accionados por grúas y maquinaria para la remoción de escombros.

Nitroglicerina, dinamita u otros explosivos se utilizan para romper soportes de hormigón armado. Además cargas lineales se utilizan para cortar los soportes de acero. Estos explosivos se detonan en forma progresiva, con pequeños lapsos de demora entre sí, en toda la estructura. De esta manera, los explosivos en los pisos inferiores inician el derrumbe controlado.

REGISTRO. De acuerdo al registro del Ministerio de Transportes y Obras públicas (MTOP), hasta el siete de julio se demolieron en Manta 1.532 edificaciones. Aún restan 372 inmuebles por destruirse en los próximos días. En total, 1.904 estructuras fueron destruidas por el terremoto. Las demoliciones las realiza el MTOP a través de 14 empresas.  

Según el municipio, el Miduvi realiza nuevas evaluaciones a casas tras los dos sismos de 5.9 y 6.2 grados, con epicentro en Muisne, sentidos el fin de semana en la ciudad. El cabildo no descarta que después de las nuevas inspecciones el número de casas afectadas y que requieran ser demolidas incremente. 

PLAZO. El COE aspira a que los trabajos de demoliciones en la “zona cero” culminen en 15 días. 

Es que, según el municipio, solo quedan siete edificaciones en este lugar por demoler. 

Rubén Galárraga, representante de Miduvi, dijo que se ha cubierto el 99 % de las evaluaciones estructurales en la zona. 

“En el caso del edificio donde funcionaban oficinas de Cnel en Tarqui, el ministerio ha contratado una consultora para que realice estudios; además están pendientes la demolición de vivienda de la familia Quiroz y la demolición parcial de almacén Lorena; todo lo cual deberá ser concluido hasta la próxima semana”, informó el municipio.