“Por aquí hay muchas personas que necesitan de nuestro servicio”, contó el hombre.
Según Zambrano, lo que caracteriza a la zona son los locales de venta de encebollados, panaderías, tiendas de víveres y canchas de vóley.
“Hay ocasiones que los buses no se alcanzan para tantos pasajeros, es por eso que nosotros venimos a ofrecer carreras”, refirió Zambrano.
Otra cara. Mayra Solís no es moradora de la cooperativa 2 de Mayo. Ella llega al lugar con el fin de vender sus ricos encebollados.
Solís aseguró que cuando la calle no estaba asfaltada no había tanto movimiento.
“Antes todo era más difícil, pero aun así tocaba salir a la calle para trabajar. Ahora contamos con uno de los sectores más movidos de toda la cooperativa”, sostuvo la mujer.
Por su parte, Yasmani de Mera, quien es compañero de Wilmer Zambrano, indicó que en el lugar laboran por turnos.
Es decir, diez carros están en la mañana y otros diez en la tarde.
“Estamos bien organizados”, afirmó.