Y es que las raciones alimenticias, entregadas durante la emergencia del terremoto, beneficiaron a muchas personas. “Los interesados iban a comprar cosas básicas, y nada fuerte”, precisó.

Bravo añadió que sus clientes dejaron de comprarle atún, sardina, arroz, azúcar y aceite. “Para qué buscar la tienda si todo les llegaba en las raciones”, expresó en tono jocoso.

“La esquina del 07” se ubica en la avenida Guayaquil y 12 de Marzo.

Acumulado. Yester Macías, quien tiene su tienda en la calle Pedro Gual, entre Coronel Sabando y Juan Montalvo, dijo que antes del terremoto vendía un quintal de arroz en cuatro días, pero luego del fenómeno natural las ventas cayeron. Inclusive un quintal le llegó a dudar treinta días.

“Al siguiente día del terremoto muchos buscaban comida, pero a raíz de las raciones las ventas se quedaron en el congelador”, aseguró.

Según ella, los enlatados se quedaron en las perchas; casi a los tres meses del terremoto aún no hace un pedido de enlatados. “También se dejó de vender lentejas y fideos”, sostuvo.

Luiggy  Rivera, por su parte, recalcó que los enlatados tampoco se venden como en otros tiempos, debido a que las personas quedaron abastecidas con las raciones entregadas por los militares.

“Desde la semana pasada en algo mejoraron las ventas”, declaró.