El cadáver fue velado en su domicilio, ubicado en el sitio El Retiro, del sector de Mejía de la parroquia Picoazá, y ayer a las 17h00 fue llevado a la iglesia San José de esa parroquia, y después de la ceremonia religiosa lo sepultaron en el cementerio general de Picoazá.

Dolor. “Esto sí es duro, nunca me había pasado”, eran las palabras de dolor de José Federico Saltos cada vez que las personas le daban un abrazo y la nota de pesar por la muerte de su hijo Carlos Saltos.

El padre de la víctima manifestó que su hijo salió el pasado jueves, aproximadamente a las 06h30, de su casa con dirección al Municipio de Portoviejo, donde estaba trabajando para un ingeniero que lo contrató para laborar en la reconstrucción de este edificio, pero antes de llegar a su destino sufrió un accidente de tránsito, donde resultó herido de gravedad y finalmente perdió la vida.

El hombre detalló que el accidente de su hijo fue aproximadamente a las 07h10 en las calles Morales y Sucre, de Portoviejo, cuando éste iba en una motocicleta y fue chocado por un bus urbano, pero a él le avisaron del hecho recién a las 10h00.

El herido fue llevado al hospital Verdi Cevallos Balda, donde los médicos señalaron que el estado de salud era delicado. El sábado fue transferido al hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), donde falleció el reciente domingo.

Dos hijos quedan en la orfandad tras la muerte de Carlos Xavier Saltos Saltos, quien fue el tercer hijo de los cinco que procrearon José Saltos y Rosa Saltos.

La víctima trabajaba como obrero.

El padre del fallecido manifestó que el chofer del bus fue detenido por la Policía, pero en la audiencia judicial recuperó la libertad. Además aseguró que los dirigentes de la cooperativa a la que pertenece el bus le ofrecieron ayuda, pero hasta el momento esta no se ha dado.