La amenaza en Manabí se cierne sobre productores de atún, plátano, cacao, camarón, café, entre otros.

Este nefasto escenario se debe a la pésima política comercial del Gobierno durante diez años, ignorando la realidad comercial y subordinando el comercio a una supuesta “dignidad” que impidió avanzar en tratados comerciales con Europa, Estados Unidos principalmente. Mientras países competidores, como Perú, Colombia, Chile, Costa Rica, sí lo hacían.

Hoy da la impresión de que, ante la falta de tiempo, las autoridades ecuatorianas desesperan por firmar algo que mantenga el mercado abierto. Lo más probable es que Ecuador termine firmando un acuerdo similar al que hace años Perú y Colombia firmaron.

A los empresarios ecuatorianos les ha costado años de esfuerzo e inversión entrar al mercado europeo. Con pocas malas decisiones el Gobierno ha destruido valor. 

Urge un cambio de política que busque abrir mercados.