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Santo Domingo
La voz de El Esfuerzo

Trabajar como guardia en una radio de Medellín, Colombia, lo llevó a hacer lo que siempre soñó: locución.

Domingo 10 Julio 2016 | 11:01

 Hace 30 años Luis Guillermo Carrión (65) dejó la parroquia El Esfuerzo para buscar nuevos rumbos en el país vecino, donde desde 1986 a 1990 pudo laborar en la radio Antena 2. Ahí sonaba música vallenata y ranchera.

Ahora su voz la conoce todo El Esfuerzo. En su casa, ubicada en el centro poblado de la parroquia rural, montó una pequeña “estación de radio” llamada también Antena 2.
Una consola, unos cables y un amplificador (parlante) fue lo que necesitó para que su voz se escuche en los cuatro puntos cardinales del centro poblado.
 
El inicio. Carrión es oriundo de Loja y tiene diez hijos. En 1959 llegó a El Esfuerzo y en la actualidad se dedica a la agricultura, pero su hobby, confiesa, es la locución aficionada.
A raíz de su paso por Colombia y su amor por la música compró equipos para montarse un disco móvil, servicio al que llamó “Sonolux”. 
“Andaba por todos lados: El Carmen, La Concordia, La Unión, El Bimbe, Santa María del Toachi, soy bien conocido”, cuenta.
Luego de este paso, hace 26 años, se le ocurrió emprender en su pequeña estación. Empezó llevando 50 metros de cable desde su casa hasta el tanque de agua de la parroquia, donde colocó un megáfono en lo más alto.
 
La programación. La transmisión empieza a las cinco y media de la mañana. Carrión pone música, emite anuncios y noticias breves.
Aunque no tiene una formación profesional, maneja una parrilla o programación semanal. Los días lunes ubica música nacional y anuncios publicitarios.
“Siempre se informa sobre extravío de documentos, de objetos. También anuncios como ‘se requiere personal’, fúnebres, invitaciones a actividades o eventos, felicitaciones de cumpleaños”, detalla el locutor.
Los martes Carrión deleita al pueblo con rancheras; los miércoles con música romántica; los jueves y viernes con melodías variadas; los sábados canciones alegres; y domingos, música popular.
Sus clientes son dependencias públicas como el Subcentro de Salud, la Jefatura Política, instituciones educativas y la Junta Parroquial. 
Señala que cobra un dólar por anuncio, pero si la publicidad es toda la semana la tarifa es mayor. Recalca que las noticias emitidas por la Junta Parroquial y la Tenencia Política no tienen costo.
Además, siempre está presente para informar cuando hay emergencias, como incendios, casos de ahogados, temblores, entre otras.
Aunque sí se la ha cruzado por la cabeza crear una radio comunitaria, su situación  económica le impide cristalizar ese sueño. “Los costos para la frecuencia y los equipos son muy altos”, refiere el hombre del parlante.
 
Anécdotas. La radio le ha dado alegrías y duras situaciones. El pasado 12 de abril tuvo que anunciar la muerte de su padre.
El 16 de abril pudo anunciar de primera mano los sucesos tras el terremoto, teniendo como fuente emisoras locales.
Además, la estación le ha dado problemas y sustos. Recuerda que por sus anuncios en el año 2002 tuvo problemas con el municipio. “Don Kléber mandó a retirar mis equipos, llegaron los policías municipales, pero la gente se opuso a que actuaran. Me citaron y al final se llevaron todo”, recordó. 
“Esto pasa debido a mi incursión en el periodismo, hago llamados de atención a las autoridades para exigir las obras”, acota.
Entre sus malas experiencias, cuenta en dos ocasiones le han robado la bocina.
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