Como un artesano, René Burgos moldea trozos de espumaflex o de balsa, rescatados de la basura, en tablas de surf.

René es un veterano surfista convertido ahora en un artesano. No ha podido abandonar las olas que lo llevaron por largas temporadas en la década del 90 hasta California, tiempo en el que aprendió a tallar tablas de surf. Múltiple campeón nacional, René ostenta ahora el título máster de Ecuador. Tiene 47 años.

Por ahora divide su tiempo entre impartir clases de surf por las tardes y elaborar por la mañana las tablas que saca al mercado bajo su propia marca, “RB”, y con precios que fluctúan entre los 250 y 400 dólares.

Este “shapper” (palabra utilizada en inglés para describir a los talladores de tablas) tiene su taller en el barrio Jesús de Nazaret, y es allí donde pedazos de espumaflex y madera tienen una segunda oportunidad.

“Todo tiene una segunda vida”, dice René, conocido en el mundo de las olas como “La Rana”.

Él sabe muy bien que los almacenes de electrodomésticos botan al final de la jornada decenas de piezas de espumaflex. Entonces va en busca de ellas y las trae a su taller.

También sabe que hay talleres de madera que botan retazos de madera balsa, y también va hasta allí para rescatarlas.

En el taller se pone manos a la obra. Primero pega los pedazos de espumaflex uno con otro hasta obtener una forma rectangular. Luego viene su secreto: poner un pedazo de madera en el centro para pegar los bloques previamente armados. Esto le dará la fuerza a la tabla.

Después pasa al cuarto de cepillado, en donde la forma rústica va dando paso a las curvas típicas de la tabla. Este proceso se realiza con cepillos eléctricos. 

Luego, en otro cubículo, coloca sobre la tabla una tela de fibra y la “peina” con resina.

Después viene el proceso de lijado, y por último el de acabado, en que estampa un adhesivo con su marca.

Este proceso dura dos días por el secado, pero por cada tabla René dedica un tiempo promedio de siete horas.

Con una tabla “RB” el hijo de René, Bruce, acaba de ganar un torneo en Brasil, lo que lo llena de orgullo: de material reciclado salió la tabla sobre la que un campeón corre las olas.