Para el arquitecto José Luis Quichimbo, todo parte del tipo de trabajo que se realice en este espacio.

“Por ejemplo, si la oficina es para una sola persona, la dimensión mínima puede ser de hasta diez metros cuadrados. Si sus ocupantes son más de dos, lo mínimo son 25”, afirma.

Este diseño debe ser elaborado conforme con la ordenanza municipal de cada lugar, advierte.

Mantener la oficina ordenada hará que disminuyan los niveles de estrés, según Quichimbo. El especialista en diseño arquitectónico refiere que el orden comprende lo que es la ubicación de las puertas, ventanas y los pozos de ventilación.

“Si las oficinas no cuentan con ventilación natural; es decir, si se encuentran en espacios cerrados, es primordial construir un ducto de ventilación, el cual debe tener 40 por 40 centímetros”, señala el arquitecto.

El clima también influye. Para mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional es importante estar siempre fresco, por este motivo Quichimbo recomienda que las construcciones en zonas con clima cálido, como Manabí y Santo Domingo, la distancia entre el suelo y el techo sea como mínimo de 2,70 metros.

“Mientras más alta, más frescura. Sin duda esto ayudará a mejorar la calidad laboral”, asegura el profesional.

Colores. Según un estudio internacional, en promedio una persona pasa el 33% de su tiempo en una oficina.

Francisco Acosta, experto en decoraciones de interiores, afirma que los colores de las paredes pueden generar reacciones físicas y emocionales en el trabajador.

Los tonos deben ser claros, como blancos, grises y marfil. Por ejemplo, el  azul, verde y violeta aportan una sensación de paz y ayudan a la concentración y relajación. 

“Hay que evitar los tonos demasiado cálidos como el rojo o el naranja, estos pueden provocar estrés”, comenta.

En cambio, dice que el morado estimula la imaginación y el amarillo provoca entusiasmo.