El empleo habitual de este elemento se hace en edificios, puentes, aceras, bordillos, columnas, entre otras estructuras.

Según el ingeniero estructural Wigberto Mieles, la mala preparación de un hormigón podría traer consecuencias severas.

Mieles pone un ejemplo: para el vaciado del hormigón en columnas debe ser a través de una tolva, para que así el material baje de manera gradual y homogénea.

“Es necesario que para el vaciado del hormigón se utilice un vibrador, para que no queden vacíos ni burbujas de aire. Un mal llenado haría que a futuro la columna colapse”, indica el profesional.

Mieles precisa que en caso de alterarse las cantidades de materiales para la preparación de un buen hormigón, éste podría fallar y perder resistencia.

Cantidad.  Además señala que para la construcción de un hormigón de 210 kg/cm2 es aconsejable esta dosificación: 1 saco de cemento, 2 sacos de arena, 4 sacos de ripio y 28 a 30 litros de agua.

“De variarse la dosificación, la resistencia y tiempo de duración del hormigón va a ser regular”, afirma.

Dice que todos los materiales que se utilicen deben cumplir con las normas técnicas y químicas. 

El hormigón o concreto convencional, normalmente usado en pavimentos, edificios y otras estructuras, tiene un peso específico (densidad, peso volumétrico, masa unitaria) que varía de 2.200 hasta 2.400 kg/m³.

Añade que el tiempo de vida útil del hormigón varía según el diseño para el que ha sido concebido.

Por ejemplo, los puentes de hormigón tendrán un período de vida útil de por lo menos 50 años y en el caso de las viviendas de al menos unos 25 años, dice el profesional.