El nuevo sistema, presentado por la ministra de Salud, Luisana Melo, regula la producción, distribución y comercialización, de todos los medicamentos que se produzcan o se importen en el país, según explicó Melo a periodistas desde el centro donde se vigilarán los nuevos controles.

El sistema controlará las únicas cinco farmacias del país, todas en manos de la empresa privada, explicó la ministra.

“Esos cinco almacenes van a estar conectados en las próximas dos semanas al cerebro donde estamos”, indicó Melo, que aseguró que la distribución de medicinas en el país está en manos de un “oligopolio”.

El régimen que controlará el sitio de almacenamiento “nos va a permitir llegar a la distribución de la manera más homogénea, más equitativa de acuerdo a la necesidad”, afirmó.

Otro eslabón más, dijo, tiene que ver con la “dispensación”.

Para ello las autoridades establecen la asistencia de un “médico de cabecera” que sea exclusivamente de los centros o ambulatorios que forman parte de la red estatal de asistencia, bandera del proyecto socialista venezolano, o de las farmacias públicas, para adquirir el medicamento.

Revocatorio. La oposición venezolana, reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), inició ayer una campaña llamada “Revoquemos el hambre” que tiene como objetivo estimular a los ciudadanos para apoyar la siguiente etapa de requisitos para activar un referendo revocatorio del mandato del presidente, Nicolás Maduro.

El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, dijo en su programa de radio “La fuerza es la unión”, que transmite la emisora privada RCR, que esta campaña se hace de cara a la recolección de las “manifestaciones de voluntad” del 20 por ciento de los inscritos en el Registro Electoral para apoyar el revocatorio.

Con esta campaña, además, la oposición intenta presionar al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que anuncie la fecha de la recolección del 20 por ciento de firmas después de concluir la etapa de validación el 24 de junio.