Se supone que aquello permitirá que centenas de familias que están alojadas en albergues puedan salir dentro de poco para ocupar de nuevo las casas que no sufrieron daños irreparables, al igual que quienes perdieron todo deberán ser destinados a sus futuros hogares, los programas habitacionales que serán construidos para el efecto.
Pero deberá apurarse el sistema de entrega de la ayuda económica, en todas sus modalidades, al igual los trabajos de levantamiento de las casas de bajo precio y medidas básicas, en las que se reubicarán a los damnificados, etapa que parece sufre retraso por ciertas regulaciones urbanísticas.
De igual manera en lo que corresponde a los bonos, hay las quejas de que el cumplimiento de requisitos demora los trámites, algo tratado por el presidente Rafael Correa en la sesión por la provincialización de Manabí, donde expresó que los responsables del programa debieran flexibilizar las exigencias, para apurar la concesión de los beneficios.
Y debe haber también líneas para los de clase media, que sufrieran igualmente el embate de la naturaleza, para que se recuperen como todo habitante con derecho a rehacer su vida.