Según cuentan los testigos del hecho, una decena de motorizados había ido desde Bahía de Caráquez hasta la parroquia Canoa para disfrutar del fin de semana en este balneario y al cumplirse el tiempo de regresar, el grupo salió hasta su destino.

Según uno de sus amigos, varias de las motos se adelantaron al grupo y al llegar a San Vicente, Víctor habría tratado de esquivar a una mototaxi que se encontraba en la vía y al querer hacerlo, perdió el equilibrio, golpeándose pesadamente sobre un muro al costado derecho de la vía con sentido hacia San Vicente.

Socorrido. El hermano de la víctima y sus amigos trataron de moverlo del lugar y llamaron rápidamente a una ambulancia, ya que aún estaba con vida, pero minutos después, su aliento se acabó. Al llegar la ambulancia, los paramédicos solo confirmaron su deceso.

Personal de la Policía Nacional llegó hasta el lugar para confirmar lo sucedido.

A pocos minutos del suceso, una escena de dolor se presenció al llegar la madre del occiso, quien pidió que se lo trasladara hasta su vivienda ubicada en la Ciudadela Norte en Bahía de Caráquez, desde donde fue llevado la mañana de este domingo hasta el Centro Forense. 

Edson Herrera, amigo del occiso, comentó que a su llegada de Manta, él y decenas de amigos motorizados se manifestaron desde el kilómetro 8, acompañando su cadáver hasta la sala de velación María Madre, en Bahía de Caráquez.

Víctor Adrián Chanalata era muy estimado entre sus allegados, ya que tenía espíritu solidario, dijeron.

Hoy, cuando se cumpla el sepelio, nuevamente sus amigos organizarán una caravana hasta que arribe a su morada final, señalaron. 

Traumatismos. Según sus familiares, en las pruebas realizadas se reveló que la caída le habría provocado a Víctor Chanalata las roturas de sus costillas que se encontraban destrozadas, lo que provocó que se dañaran sus pulmones, provocándole una hemorragia interna que acabó con su vida.

Herrera comentó que para este lunes, que serán velados sus restos mortales, también tienen preparado hacer una caravana especial en su honor, ya que era un chico muy querido entre sus amigos.

Víctor Chanalata era el mayor de dos hermanos y estaba casado con Melina Cedeño, quien estaba embarazada de 4 meses.