Jorge Morán es uno de ellos. Él vende zapatos usados y coloca desde las 06h00 su mesita en el parque, sin embargo, hoy no pudo hacerlo. “Nos amenazaron con llevarse nuestra mercadería. Por no hacer problemas no lo puse”, dijo.
Chelo Bazurto, quien tiene 40 años vendiendo caramelos, tiene una situación similar. “Me dijeron que si no me iba se me llevaban mi cajón de caramelos. No quiero irme, quiero trabajar”, explicó.
Por su parte, William Salazar, director de seguridad y Policía Municipal, explicó que los comerciantes no se pueden ubicar arbitrariamente en este sector, ya que hay zonas establecidas para ellos.
Recalcó que habló con ellos y que les dio un lugar para reubicarlos, el mismo que se ubica en la segunda transversal de la calle Alajuela. “Se oponen porque dicen que la venta será mínima”, comentó.
Incluso, detalló que le ha dado la opción de proponer otro lugar donde quieran ubicarse, que en base a estudios podría aprobarse.