Cuando tenía apenas 13 años llegué a Ecuador, porque mi mamá ya trabajaba acá desde hace siete meses antes y consiguió la residencia en este país. Ella es actriz y directora de teatro. Al inicio no tenía un objetivo claro, sólo quería seguir estudiando y conocer nuevos amigos.

Tengo en Ecuador 11 años, recuerdo que llegué el 25 de abril del 2005. Al principio fue un poco complicado adaptarme en todo, es súper complicado llegar a conocer un país de un momento a otro, todas las costumbres, su gastronomía, ciertas palabras. Ecuador me ha formado de otra manera y ahora lo considero mi segundo hogar.

Lo que más extraño de mi país es al resto de mi familia, a mis amigos y sobre todo esa fiesta y esa alegría que caracteriza siempre a los cubanos.

En la universidad siempre me decían que con mi cabello rizado nunca iba a presentar una noticia seria. Al inicio fue complicado, querían que me alisara el cabello para presentar una noticia o que me peinara de cierta manera para que no se notara mucho, sin embargo cuando ya empecé a trabajar en Ecuavisa no me pusieron peros y ahora son mis churos los que definen mi personalidad. 

Soy muy extrovertida, canto en cada esquina. Soy muy confianzuda, puedo hacer un amigo en tres minutos, pero también soy muy rencorosa, me duelen mucho los malos gestos de las personas y también soy muy llorona, lloro casi por todo (risas).

En realidad no me costó mucho acoplarme, porque inicié en el segmento ‘Gente’ que era farándula, pero mi idea era hacer noticias serias en algún momento. No era algo que me quitaba el sueño, porque lo que quería era aprender y en ‘Gente’ me divertí y aprendí muchísimo. Cuando me tocó hacer mi primer enlace en vivo me dolía demasiado el estómago y sudaba frío, pensaba que no iba a lograrlo, pero lo hice y ahora esto para mí cada mañana es un reto, un desafío.

Seguro no querrán tener un día como el mío. Me levan­to a las tres de la mañana, a las cuatro llego al canal, luego me maquillan, a las cinco y diez salgo al lugar de donde se hará la micro y sigo mi rutina de trabajo. Al mediodí a es lo com­plicado porque cuando lle­go de cobertura todas las editoras están ocupadas y hay que buscar alguna. Sal­go del canal a las cuatro de la tarde y lo que más quiero es llegar a mi casa a dormir, los fines de semana quiero lo mismo, pero hago teatro, entonces no siempre puedo descansar. 

La actuación llegó a mi vida por mi mamá. Creo que una de las cosas que me transmitió por el cordón umbilical fue el teatro (risas), ella siempre ha hecho teatro y estuve rodeada de danza, música, cultura.

Estoy en el grupo de teatro Papagayo, que dirige mi mamá, desde hace 10 años. Ahora en julio vamos a tener la presentación de una obra en el teatro Sánchez Aguilar.

Hago de todo un poco. Actuaba y cantaba mucho antes de hacer periodismo, estudié en el conservatorio.

Esta es una de las preguntas que hasta ahora no he podido contestar.  Desde pequeña amaba la actuación, pero no el periodismo, sin embargo cuando empecé en Ecuavisa comencé a amarlo tanto como el teatro.  Uno es complemento de lo otro.

No tengo novio, puede ser por falta de tiempo, aunque también soy un poco exigente, me aburro rápido, me gusta sentirme segura y tener a alguien con quien conversar de cosas tontas, de cosas inteligentes y de cosas interesantes. Por allí debe andar mi príncipe azul, solo que  no hay tiempo para buscarlo. 

Yo como todo lo que me ponen por delante. Me encanta el encebollado, pero sin cilantro, sin yuca y poca cebolla, además me gusta el arroz con menestra, el ceviche, en fin, la comida ecuatoriana es exquisita.