Atrás de todas estas personas valiosísimas, hubo un grupo que se destacó y que aún no ha sido reconocido como se debe: son todos nuestros profesionales manabitas que con sus máquinas, grúas, sus conocimientos y habilidades técnicas y su recurso humano, supieron palear las diversas situaciones que se suscitaron después de este desastre.
Y dentro de todos los profesionales y manos técnicas manabitas que colaboraron una vez pasado el terremoto; cómo no reconocer el inmenso aparataje movido bajo sus propios recursos para ayudar a habilitar uno de los servicios más indispensables como es el de la energía eléctrica y las telecomunicaciones, que nos permitía el bombeo del agua potable, la seguridad de poder distinguir en la noche y sentirnos tranquilos en medio de tanto desastre, además de proteger los alimentos por varios días, mientras tomábamos conciencia de lo ocurrido y esperábamos volver al orden.
Por ello y en honor a mis colegas eléctricos y electrónicos que se destacaron, que se pusieron a disposición de otros colegas que son parte de las instituciones del estado para ayudar en esta tarea silenciosa, indispensable y humana; mi artículo para proponer y exigir a las autoridades el espacio de trabajo que muy bien merecido tienen nuestros profesionales manabitas.
La capacidad técnica, operativa y profesional fue puesta en práctica en este terremoto; pues la energía eléctrica fue uno de los servicios que se habilitó de inmediato, con eficiencia, eficacia y efectividad al poner en marcha, coordinando acciones con Cnel y CNT, sus conocimientos, recursos y su don de gente ante la adversidad. Así mismo, reconocer al personal técnico y humano frente a estas instituciones, pues debemos estar conscientes que el sistema eléctrico y de telecomunicaciones de Manabí funciona porque existen profesionales capaces que lo operan.
Esperemos que la solidaridad de las autoridades se demuestre otorgando los trabajos civiles, eléctricos, mecánicos y demás a nuestros profesionales manabitas, que unidos pueden mover toda una estructura operativa.