Erick cuenta que la noche del terremoto se encontraba junto a una hermana de 12 años en la planta alta de su casa de construcción mixta en el barrio 4 de Noviembre. Bajó junto a su hermana y corrieron al otro lado de la calle, para luego ver caer su casa y otras del vecinda­rio.

Luego escuchó gritos de auxilios de la casa vecina a la suya, donde vivía una tía. “Allí se habían quedado atrapadas bajos los escom­bros mi mamá y mi herma­na, una prima, un niño de 8 meses y mi tía”, dijo. Su ma­dre gritaba que la ayuden a sacar al niño de ocho meses que tenía en sus brazos (hijo de una vecina).

El joven indi­có que junto a su padre, que en ese momento venía de la calle, buscaron la forma de como rescatarlas. Él narró que encontró un orificio de casi 80 centímetros por el que ingresó y sacó primero al niño y luego a su madre.

“También me tocó buscar entre vidrios rotos, cables eléctricos, hierro y pedazos de loza a mi hermana y mi prima, a las que rescaté”, dijo.

Finalmente encontró a su tía, de 80 años de edad. Ella salió viva, pero luego falleció.