Como arquitecta con experiencia en el área de la construcción, Arévalo señala que lo correcto es que el profesional le indique al dueño de la obra que debe hacer un estudio de suelo, que debe ser obligatorio y que determinará mediante un análisis en laboratorio su capacidad portante y que será un factor básico en el cálculo de la estructura, determinando el tipo de cimentación a usar.
Según explica la arquitecta, éste estudio de suelo permite conocer las propiedades físicas y mecánicas del suelo y su composición estratigráfica (estudio del tipo de roca). La falta del estudio del suelo es un punto por el que la mayoría de las viviendas colapsan, porque puede haber sobre o subestimación de la estructura, dice.

>El resultado. Luego de esto se necesita además la elaboración de los planos arquitectónicos (elaborados por un profesional), los mismos que han sido resultado de espacios funcionales y necesidades de los que habitarán la edificación. Se requieren también los planos estructurales (elaborados por un ingeniero civil), que serán como el esqueleto que sostiene el diseño. Luego de esto, se procede a la ejecución y construcción de la misma.
José Luis Vera, ingeniero civil, indica que dentro de los parámetros analizados para realizar un cálculo adecuado se toman en cuenta las  cargas muertas (material de la edificación), más las cargas ejercidas por el uso, que son las cargas vivas -se refiere a las personas-, más las cargas producidas por eventos de la naturaleza, como vientos, sismos, nieve o agua. La seguridad de una construcción compete tanto al ingeniero civil como al arquitecto.
Por consiguiente, la construcción de una edificación o vivienda es tarea común del arquitecto y del ingeniero.