El departamento fronterizo de Tumbes es el más pequeño de Perú y, dada su cercanía con la línea ecuatorial, vive un permanente verano con temperaturas superiores a los 20 grados centígrados. Sus playas frente al Pacífico son el destino predilecto de peruanos y, sobre todo, de ecuatorianos que escapan de la dolarización de sus centros de veraneo. Familias ecuatorianas marchan a las playas de Tumbes en días festivos y vacaciones para descansar, pero los problemas empiezan al intentar pasar los controles de aduanas en Perú. Una fuente consular relató a Efe que en el puesto de aduanas de Carpitas, en Zarumilla (Perú), se producen abusos con los propietarios de vehículos particulares, que tienen que sacar un permiso para circular en territorio peruano. Hay tramitadores de ese permiso que ofrecen la autorización, pero al llegar al puesto aduanero los conductores se encuentran con la sorpresa de que el documento es falso y su vehículo debe quedar detenido. Uno de estos casos de estafa fue el de un joven, cuyos padres denunciaron el hecho ante el consulado peruano en la ciudad ecuatoriana de Machala (a 40 minutos de la frontera), antes de iniciar un costoso proceso de devolución de su automóvil, añadió. "Hay ese abuso", reconoció la fuente consular peruana, al referirse a la zona fronteriza, donde, según dijo. cometen estafas "los tramitadores y la gente de aduanas". Los presidentes de Perú, Alan García, y de Ecuador, Rafael Correa, fueron informados de esta situación en la reunión binacional que celebraron el viernes último en Tumbes y prometieron acabar con las corruptelas y mafias. Por la carretera que conduce al puente internacional, paso fronterizo a Ecuador, también es muy sencillo encontrar vendedores de combustible en bidones o botellas de plástico, que es ingresado de contrabando a territorio peruano. El galón (3,875 litros) de la gasolina de contrabando, equivalente a la de 90 octanos, cuesta cerca de tres dólares, un dólar menos que la zona peruana, mientras que el de petróleo está a 1,5 dólares. De igual forma, hasta hace dos años, el gas ecuatoriano entraba de contrabando a Perú, pues la diferencia de precio era de siete dólares. Pero con la restricción aplicada por el gobierno ecuatoriano a la distribución de gas en la frontera, el producto energético de Perú es ahora más barato que en el territorio de su vecino. La presencia policial en ambos lados de la frontera es evidente, incluso los agentes la sobrevuelan en helicópteros a mediodía, cuando el tránsito es más intenso, pero es poco lo que pueden hacer ante el continuo paso de carretillas con todo tipo de productos, desde cebollas a frutas variadas. Las cebollas cosechadas en Arequipa, a más de 2.000 kilómetros de Tumbes, llegan en camiones al extremo norte de Perú, aunque son descargadas y transportadas en carretillas hacia Ecuador, donde volverán a ser cargadas a camiones para llevarlas hasta Colombia. Los problemas también se presentan al otro lado de la frontera para los peruanos que cruzan con la intención de trabajar en el servicio doméstico, en la construcción o en el campo. Como integrantes de la Comunidad Andina, los peruanos pueden ingresar a Ecuador como turistas haciendo uso de la tarjeta andina, que los habilita por 180 días al año. Sin embargo, en el puesto migratorio de Huaquillas se han dado muchos casos en los que se les autoriza sólo a una semana de estancia y deben abonar una multa de 200 dólares si sobrepasan ese plazo. "Para mí es un caso de mucha tristeza que a una empleada doméstica que junta su plata para dar de comer a sus hijos llega a la frontera y antes de pasar le piden 80 dólares" para que pase sin problemas, agregó el funcionario.