El evento religiosos fue parte de los actos realizados en la capital manabita por el Día Internacional del Trabajo, donde también se desarolló una misa solidaria y un minuto de silencio en memoria de las más de 600 víctimas mortales que dejó el movimiento telúrico.
Los actos en la plazota Eloy Alfaro, en la denominada "zona cero", estuvieron presididos por el alcalde Agustín Casanova y la Gobernadora Susana Dueñas. Además se hicieron presentes el ministro del Trabajo, Leonardo Berrezueta; la ministra de Salud Pública, Margarita Guevara; el titular de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), Carlos Bernal; y dirigentes gremiales del país.
En el lugar, monseñor Lorenzo Voltolini, arzobispo de Portoviejo, pidió recordar a las víctimas, lo cual debe servir para tomar fuerzas y reconstruir la capital manabita.
Por su parte, el ministro Berrezueta dijo que el 1 de mayo es el mejor momento para que los ecuatorianos, con trabajo, unión y esfuerzo levanten las zonas afectadas.
“Las más de 600 personas que cayeron nadie nos la va a devolver, pero en su memoria vamos a levantar cada ladrillo, cada espacio, cada metro cuadrado de cemento concreto y de hierro que se cayó”, dijo a la prensa.
Asimismo, Casanova recalcó que la ciudad se levantará moderna y de oportunidades, con ciudadanos “que respeten los derechos de la ciudad”, y anunció que serán adoptadas medidas “fuertes” respecto a las construcciones y al uso de las colinas. “No nos arriesguemos más”, aseveró.
En la ceremonia, previa a la minga, fueron reconocidos como héroes nacionales varios trabajadores que brindaron su solidaridad desde los primeros momentos de la ocurrencia del sismo para socorrer a sus compatriotas y para participar en la recuperación.