La afición ecuatoriana vivió un fin de semana sin fútbol profesional, a causa de la huelga de los árbitros. El campeonato de la primera A está suspendido por la gira de la selección por España, pero los cotejos de la primera B debían habérselos jugado, porque así lo había dispuesto la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).