La incertidumbre que el entonces pavoneado Ministro generó al nunca concretar con fundamentos sólidos, legales y morales los reales motivos para mantener en vilo y postergar la firma de tan esperado proyecto, ahora con su nada ético comportamiento en el pago de los intereses de los bonos de la deuda, generan en el más común de los mortales reales suspicacias que ahora si, sin evasivas y desaparecidas las sonrisas burlonas que su sobredimensionado mando le otorgaba, ya en calidad de acusado deberá revelarlas sin dilatorias; y entonces podríamos ser, también, artilleros contra su comportamiento. Hasta podrá ser probable que también aparezcan pruebas que tan descarada demora estaba ligada, dizque a probar exageradas bondades del proyecto; pero, de ser así, el escandaloso sindicado deberá demostrar el fin que su comportamiento y negativa realmente buscaba, y si el Estado ecuatoriano iba a ser el beneficiario directo de esta investigación. Mientras tanto, los miles de beneficiarios de esta obra siguen esperando - y vaya usted a saber hasta cuando - que este gobierno, ahora herido de gravedad con esta batahola, asuma frontalmente el tema y dé una solución ética y legal que realmente satisfaga y sea real y desinteresada. Aparece el escenario ideal para que los diputados manabitas desagravien a sus habitantes, y asuman un papel que los haga aparecer como deliberantes frente al gobierno que hace gala de tener un Congreso servil a sus intereses, donde ni siquiera se pueda juzgar con mayoría a un funcionario que, de lo que se ve, sólo es de membrete, pues con su comportamiento la ciudadanía ya lo juzgó y perdió credibilidad y confianza de las mayorías, a decir de encuestas publicadas en medios nacionales; y entonces exijan las explicaciones que el caso merece y la obra se dé. De la misma manera, para el caso que el proceso adolezca de fallas y triquiñuelas que se pudieron dar en desmedro de su real transparencia para beneficiar a terceros, como sucedió en lo que se llamó indebidamente Sistema de Agua Potable para Portoviejo, así mismo se haga público para por lo menos identificar a los autores y así conocer sus reales apetitos. Esto ya es un compromiso.