“Estoy emocionada. Estamos preparados para iniciar una nueva etapa en la universidad. Recordamos momentos, nos vamos a extrañar, es bueno saber que cuentas con amigos”, dijo Renata Hoppe, que ayer firmó con sus compañeros de la unidad educativa María de la Merced el acta de grado luego del ensayo para la ceremonia de graduación que se realizará mañana.

Jean Pierre Cedeño y Junior Alvarado también mostraron su emoción por la nueva etapa cumplida. Ambos son alumnos del colegio municipal Manuel Rivadeneira y salieron a comprar la capa y el birrete para la incorporación de mañana. “Estamos alegres, es para nosotros un logro aunque sentimos nostalgia por la despedida”, mencionó Cedeño. “Salimos a una nueva etapa”, indicó Alvarado.

LOGRO. Maritza Alchundia, madre de familia, afirmó que es una satisfacción ver culminar el proceso, porque se ha cumplido los parámetros como padres y como estudiantes. Dijo que la incorporación no ha implicado gastos extras, aunque un pequeño grupo de padres organizó una fiesta fuera del plantel para que se mantenga la tradición.

La rectora de la unidad María de la Merced, Olga Lomas, indicó que a los jóvenes hay que decirles que les espera una sociedad muy compleja, para la cual se han preparado y están formando el espíritu. “Todo comienzo trae resistencia, pero la universidad también les dará la fortaleza que necesitan para ser buenos profesionales”, añadió.

En la unidad educativa Portoviejo, la más grande de la provincia, se graduarán 786 bachilleres. El acto será mañana, a las 10h00, en el coliseo Eloy Alfaro. El rector, José Pico Barreiro, aseguró que no ha habido gastos adicionales y la graduación será “cero costos”, con uniforme, como lo establece el reglamento del Ministerio.

La tradición de los padrinos tampoco debe perderse, sostuvo Aquiles Quiroga, que orgulloso acompañará a su ahijada en su graduación en el colegio Portoviejo.