Ellos vivían en Maracay, a una hora de Caracas, donde se dedicaban, él a la medicina homeopática y el turismo y ella a actividades turísticas.
Pero, afirma Jaspe, la situación en ese país “sigue siendo difícil”, por lo que decidieron venir a Ecuador en busca de oportunidades.
Y las encontraron aquí. Llegaron en octubre del año pasado y están trabajando en la promoción y venta de paquetes turísticos para viajes dentro del país.
Aseguran que el trato “ha sido maravilloso” por parte de la gente de Portoviejo, donde se sienten como en casa.
“Venimos de una zona costera y la gente de allá tiene semejanzas con la manabita, estamos enamorados de Portoviejo”, aseguró Jaspe.
Con su esposa la semana anterior se instalaron en una isla, fuera de un conocido centro comercial, en la zona del mercado barrial uno, donde empezaron a vender los paquetes turísticos a los peatones.
“Aquí hay bastantes oportunidades a nivel de turismo, hay un potencial turístico bárbaro, pero se necesita mayor ímpetu, mayor fuerza”, dijo Ramírez.
Los venezolanos dijeron que les llamó la atención los premios que Ecuador ha logrado a nivel mundial como potencia turística, por lo que están seguros de que les va a ir muy bien en el trabajo emprendido.

>NOSTALGIA. Al preguntarles si piensan regresar y quedarse, Jaspe dijo que “no lo creo, de visita sí”. Y añadió que “tengo la esperanza de que las cosas cambien, no a corto plazo pero sí en unos 10 años, para que se vuelva a estabilizar el Gobierno”.
Sus seis hijos, todos mayores de edad y profesionales, se quedaron en ese país desarrollando sus actividades.  Uno se dedica a la ingeniería mecánica y otro a la compra y venta de vehículos, “pero no se consigue repuestos, la cosa está difícil”, añadió.
En Portoviejo viven cerca del mercado barrial uno donde están haciendo amigos y habituándose al que será su hogar por mucho tiempo, aseguraron. Y también piensan recorrer este país que ahora promocionan.