El 28 de marzo del 2015 el presidente Rafael Correa aseguró que el Gobierno está preparado para los peores escenarios por la caída del precio del petróleo, que en ese entonces amenazaba con caer a menos de $ 40 por barril. “Estamos preparados para casos extremos, incluso para tener un precio promedio del barril de $ 20”, dijo, al defender medidas como las salvaguardias y el no pago del aporte estatal al IESS. 

Casi diez meses después, el mercado mundial se ha alineado con el peor escenario planteado por el mandatario. 

El precio del crudo ecuatoriano bordea actualmente los $ 20 y puede continuar a la baja. En el mercado de Nueva York, el petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Ecuador, cerró ayer en USD 29,53 por barril, lo cual deja al crudo ecuatoriano en alrededor de USD 20,07 debido a un castigo que rige por su calidad.

Costo y producción. Correa en un conversatorio con la prensa internacional señaló que la venta de petróleo ni siquiera cubre los costos de producción, y que ello le obligará a 

tomar medidas de ajuste fiscal y la reducción del programa de inversiones, entre otras. 

De hecho, las medidas de ajuste empezaron el año pasado, notándose una recesión en la economía.

Los expertos señalan que en una economía que ha dependido del gasto público, la caída de los precios del petróleo es una pésima noticia, ya que deja con menos recursos al Fisco por las exportaciones de crudo y también limita el acceso a financiamiento internacional. 

El Presupuesto del Estado para este año se armó con un precio del petróleo de USD 35 y en lo que va de enero promedia los USD 24,5. 

Correa aseguró que “está cansado” de insistir ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo por una estrategia que regule los precios del crudo, y que la situación del mercado se debe a “aspectos geopolíticos”. 

Ecuador y Venezuela han presionado para que el cartel tome acciones que permitan apuntalar los precios

Si el precio cae a 20 dólares muchos consideran  que los efectos negativos se profundicen, es decir, haya una mayor contracción económica y se deterioren más las cifras de empleo.