La actriz Mercedes Payne busca transmitir a sus alumnos de actuación lo que siente: “El talento no tiene cirugías”, dice, y asegura en este sentido que para triunfar solo se necesita trabajar con amor y esforzarse por crecer a diario.

 

¿Cómo nace tu amor por la actuación? En realidad fue un descubrimiento, cuando tenía diez años y mis hermanas mayores formaron un grupo de teatro en el barrio donde nací.

Entre la televisión y el teatro ¿Qué prefieres y por qué? Definitivamente me quedo con el teatro, pues es la base del actor. Yo considero que televisión hace cualquiera, simplemente es un medio que sirve para que el actor sea más conocido.

 

¿Cuál ha sido el papel más importante que has desempeñado? No ha sido como actriz, sino como persona. Y es poder ser ejemplo para las futuras generaciones de actores, que piensan que por no tener el prototipo de belleza que la sociedad exige o al nacer en un barrio popular no pueden llegar a trabajar en TV. Pues yo les digo que sí se puede.

 

¿En el amor cómo te va?

Estoy muy bien, feliz con mi esposo, aún seguimos de luna de miel.

 

¿A quién dedicas tus logros? A aquella niña que nació en un barrio popular y que soñaba muchas cosas que gracias a Dios y al esfuerzo se fueron dando. Lo dedico a cada uno de mis hermanos ecuatorianos que anhelan ser artistas, a mi familia y a Dios, quien me dio el talento que tengo.

 

¿Haz cumplido tus sueños? Aún me faltan sueños por cumplir, porque aún estoy viva y mientras tenga vida no puedo dejar de soñar.