El incidente ocurrió en una aldea de la provincia de Punjab, cuando el adolescente malentendió una pregunta de un imán (sacerdote), quien había afirmado durante una celebración religiosa que aquellos que aman a Mahoma siempre dicen sus oraciones y luego preguntó quién había dejado de rezar.
En un aparente malentendido, el menor levantó la mano, lo que inmediatamente le valió acusaciones de blasfemia por parte del imán.
Tras el hecho, el joven regresó a casa y puso su mano en una podadora de césped, que se la cortó de un tajo. Luego la colocó en un plato y se la presentó al clérigo, lo que ha sido motivo de celebración en la localidad. “¿Por qué tendría que sentir dolor o tener problema alguno cortándome la mano que fue levantada contra el santo profeta?”, dijo el adolescente tras el hecho.
El clérigo fue arrestado bajo la ley antiterrorista de Pakistán, por haber instigado al extremismo y fanatismo religioso.