El medio de comunicación de la ciudad de Caracas agregó que luego de su captura Rubén Gutiérrez fue trasladado al módulo de Vías Rápidas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y se fugó cerca de las 19h30 del sábado (5 horas después de su detención) y ninguno de los agentes se percató del hecho, sino hasta cuando fueron a preparar su traslado.

Según detallaron fuentes policiales a El Universal, el sospechoso tenía quince días de haber salido de la Penitenciaría General de Venezuela, en el estado Guárico, pero no se especificó por qué delito.

El medio detalla que una cámara de seguridad ubicada en un comercio adyacente al lugar donde ocurrió la masacre grabó el momento en que el pistolero disparó una ráfaga de balas contra la familia.

INVESTIGACIÓN. Mientras tanto, el gobierno de Ecuador informó a través de sus páginas que el Ministerio Público de Venezuela delegó a la fiscal Cuarta de Caracas, Mayira Ramos, la investigación de la balacera en la que perdieron la vida los tres ecuatorianos y quedaron heridas otras seis personas, la madrugada del 16 de enero en la capital venezolana.

Rafael Quintero, embajador de Ecuador en Venezuela, confirmó a periodistas de TC Televisión que varios de los heridos que fueron atendidos en casas de salud en Venezuela se encuentran fuera de peligro.

En Manabí, la familia vive entre el dolor y la incertidumbre.Luis López llegó de Venezuela a visitar a su madre Soledad Castro, quien tiene siete meses de haber retornado a Manta desde Caracas.

El joven de 18 años arribó el 22 de diciembre, y cuando tenía 25 días en Manta lo llamaron a informarle que su padre William López y su hermano Geovanny habían sido asesinados en Caracas.

Ahora espera realizar algunos trámites para volver a Venezuela y traer a Ecuador los cuerpos de sus familiares.

López tenía planificado su viaje el 31 de enero a Venezuela, pero va a adelantarlo para organizar la repatriación de los cadáveres. Él había llegado a conocer la ciudad porque su familia tenía previsto volver definitivamente a Ecuador en marzo de este año. “El plan era ubicar un negocio en Manta, pero todo quedó arruinado”, agregó.

Su madre acudirá hoy al Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana a gestionar desde el país la repatriación de los cadáveres. “Sé que mi marido (William López) nació en la comunidad Manantiales, en Montecristi, pero quiero enterrarlo en Manta porque aquí nació mi hijo Geovanny”, expresó.

Los López fueron asesinados junto al santanense Jandry Solórzano, cuando un hombre disparó a los miembros de dos familias porque no le dieron un encendedor el sábado en la madrugada, en una terminal de Caracas, donde las víctimas esperaban a un familiar que llegaba de Junín.