Ligia A., de 32 años de edad, y su hijo Darwin A., de 17, fueron arrollados por un carro “fantasma” que, según una de las víctimas, no puso las direccionales cuando iba a ingresar a una transversal.
“Íbamos en nuestro carril y de repente el auto nos golpeó dejándonos tirados en media calle”, explicó Ligia A., quien sufrió heridas en su pierna derecha y otras partes del cuerpo.
Según la afectada, el causante del accidente escapó con rumbo desconocido.
El hecho ocurrió cuando Ligia y su hijo iban al colegio donde estudia el adolescente.
Los heridos fueron auxiliados por paramédicos y luego trasladados a la clínica Bermúdez.
El menor sufrió heridas leves, por lo que inmediatamente recibió el alta médica.
Familiares de las víctimas piden a las autoridades que se revisen las cámaras de videovigilancia que se ubican en el lugar, para poder dar con el responsable del atropello.