De allí hasta los 4.600 metros, que es donde está el refugio y un poco más arriba, la caminata sencilla y lenta nos hace sentir como que nuestro pulmón y el corazón, piden a gritos que le enviemos oxígeno porque quiere reventar. Llegar a la cumbre del nevado para los principiantes es imposible. Desde esa altura la vista es maravillosa es un gozo para el alma, palpar el hielo, la pequeñez de nuestra existencia se pone de manifiesto con todo su esplendor y decimos: ¡naturaleza en tu majestad me inclino reverente!
Es admirable que 195 países se hayan reunido en París y una de las cosas que llamó la atención es que todos se pusieron de acuerdo para elaborar una agenda que vaya en beneficio del medio ambiente para lograr detener el calentamiento global. Esperemos que ahora si lo logremos.
El economista Rafael Correa Delgado, presidente de los ecuatorianos y como presidente de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y del Caribe CELAC, en la Cumbre del Medio Ambiente, conocido como COP21, fue de los primeros en participar en dicho cónclave; y entre otras cosas propuso crear La Corte Internacional de Justicia Ambiental.
Habló del pago que deben realizar los países ricos que son los que más emiten gases tóxicos en detrimento de los países pobres, y que éstos sufraguen deudas ambientales por el daño que causan. Invitó a los participantes (195) a que, como Ecuador lo ha hecho, declaren derechos universales a la naturaleza. Esta naturaleza debe seguir existiendo para ser fuente de vida y contribuya para lograr el buen vivir que todos ansiamos. No es posible que no haya tribunales internacionales para proteger la naturaleza.
Entre lo que produce el cambio climático, principalmente los gases de efecto invernadero, están las concentraciones de aerosoles, ¿Quiénes los generan? Los millones de vehículos, la industria con materiales y alta tecnología, entre ellos EE.UU. China, India, Brasil, e Indonesia; y son los que más se oponen para tomar medidas de protección en el compromiso de controlar las emisiones. Más bien cada año la aumentan. Ecuador en ese sentido está generando energía limpia con elementos amigables como el agua, el viento, la energía solar y el mar. El daño también lo genera la tala criminal de árboles.
Lanzamos un grito desesperado de dolor al planeta para evitar la tragedia de perder para siempre los glaciares, ¿Qué será el mundo después de semejante desgracia?