Eso para recuperar la inversión que hasta el momento se encuentra flotando, ya que en la temporada pasada de Navidad y Año Nuevo los turistas tan solo pasaron por la parroquia Crucita, y fueron pocos los que se quedaron para acampar, consumir y generar ingresos.

Y para lograr su anhelo, según Saltos, se hace preciso que las autoridades que toman las decisiones  hagan una planificación oportuna y les den opciones a los visitantes. Esto lo dijo en alusión a la implementación como vía peatonal al malecón de Crucita.

“Cuando los viajeros llegaron se encontraron con las calles cerradas, entonces buscaron otro destino. Esto no se puede repetir porque está en juego el gasto que realizamos los comerciantes para mejorar los locales y el menú en general. Sin consumidores no hay ventas”, sostuvo.

Inclusive, añadió, en la parroquia existen decenas de terrenos llenos de maleza que bien podrían usarse como playas de parqueo. “Entonces ponen vigilancia y dan garantías a los dueños de los carros”, dijo Saltos.

Vigilancia. Antonio Palma, otro prestador de servicios, recalcó que en Crucita “abundan los solares baldíos” y se convierten en los lugares idóneos para recibir mantenimiento de parte del municipio.

“El cabildo no pierde, ya que la ordenanza contempla la sanción para quien no adecente su terreno”, argumentó.

Violeta Castro, propietaria de una tienda junto al parque, por su parte pidió que exista señalización para evitar que los vehículos tapen los accesos a sus domicilios. “Considero que debe darse una planificación con tiempo para evitar problemas”, recalcó.

Ayuda. Yuri Alcívar, vicepresidente del Gobierno Parroquial de Crucita, considera que de las experiencias se aprende y confía en que en el feriado del 8 y 9 de febrero se adopten políticas efectivas que beneficien a los habitantes, considerando que Crucita es uno de los balnearios más representativos de la provincia.

“En el feriado pasado se cerraron las vías paralelas y es algo que no se puede repetir porque nos afecta”, declaró Alcívar.