Habitantes del sector colocaron cintas y cabos como señal de prevención, para que los vehículos y motocicletas eviten accidentarse entre los grandes huecos que provocó el mar. Toda la vía estaba llena de piedras y basura. 

“Pusieron dos volquetadas de tierra y  no hicieron más”, fue lo que mencionó Mauro Benítez, administrador del Hotel Chediak, quien además se siente preocupado por la poca afluencia de turistas a causa de la “braveza del agua”. 

Durante los últimos tres meses habitantes de los balnearios San Jacinto, San Alejo y San Clemente han pedido a las autoridades una solución inmediata para tratar fuertes aguajes,  “necesitamos que pongan piedra escollera y reparen la vía”, agregó Benítez.

Consecuencia.  Pescadores de San Alejo tuvieron que dejar sus lanchas en San Clemente porque los accesos para salir al mar en su sector están destruidos, y si se arriesgan puede ocurrir un accidente.

“Estamos preocupados porque dejamos lejos nuestras lanchas, muy lejos de nuestros cuidados”, mencionó Felipe Zambrano, pescador de la zona.

Artesanos del mar del lugar aseguraron que los últimos tres aguajes han sido graves e impiden la llegada de turistas.  “No solo es de poner tierra, queremos que pongan algo que dure”, indicó Zambrano. 

Joffre Zambrano vive en San Alejo. Él explica que la extracción de arena en el sector conocido como el puente hace que el mar aumente su fuerza y destruya todo a su paso. 

“Hace 20 años teníamos playa, malecón... -el agua no llegaba tan cerca de la zona urbana- ahora sólo nos toca cruzar los brazos por si ocurre alguna desgracia”, comentó. 

En El Matal de Jama los afectados por los aguajes reclaman ayuda.

En Cojimíes de Pedernales el muro construido ha reducido los efectos de los oleajes.