La pasajera perdió estabilidad y un ciudadano la agarró, evitando un accidente. 

Para Virginia Cuenca este hecho no es aislado. Ella asegura haber visto asientos en mal estado en algunos buses de la ciudad. 

Cristhian Andrade los ha visto rayado y rotos. 

Ambos ciudadanos aseguran haber subido, en alguna ocasión, a un bus sucio y con mal olor. También coinciden en que al servicio urbano le falta mejorar. Creen que los choferes y cobradores deben tomar un curso de relaciones humanas para mejorar el trato con el pasajero. 

>AÑO EN QUE SUBIÓ EL PASAJE. Esta semana se cumplió un año del alza del pasaje en la ciudad autorizada por el municipio. 

La tarifa común pasó de 25 a 30 centavos, y la tarifa especial de 12 a 15 centavos.

En ese entonces, el presidente actual de la Federación de Transportistas Urbanos de Manta (Fetum), Rigoberto Vinces, anunció renovar toda la flota urbana que circula en el cantón. El 5 de enero de 2015 dijo que solo faltaba por renovar el 20 % de las unidades. 

Ayer, en declaraciones a Manavisión, Vinces admitió que todavía hay unidades en mal estado, pero que la renovación se ha cumplido en un 95 %. 

Según declaró el dirigente al medio televisivo, hay “uno o dos” buses en mal estado cuya renovación “se le ha escapado de las manos”, pero, afirmó, en este año se concretará el 100 %. 

La Fetum agrupa en Manta 172 buses. 

Usuarios como Gabriela Sabando y Paolo Guevara consideran que el número de buses en mal estado no es uno ni dos, sino mucho más. 

Ambos apuntan sus críticas a los asientos y al trato del conductor con el pasajero. 

También incluyen en sus quejas a las paradas de bus que, en algunos casos, lucen deterioradas. 

En la Dirección Municipal de Tránsito (DMT) se buscó explicación sobre el estado de las paradas, pero se dijo que la directora no estaba.