La aprobación de la enmienda eneró la reacción de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que la catalogó como “un duro revés para la libertad de expresión en Ecuador”. El presidente de la SIP, Pierre Manigault, expresó que el gobierno de Ecuador “se arroga la potestad y el poder de conceder o no el derecho del público a la información, un derecho humano que no le pertenece a la autoridad sino al pueblo, como rezan los principios internacionales”.

 Garantía. La periodista y asambleísta de PAIS, Soledad Vela, dijo que en primer lugar el trabajo del comunicador social es considerado de suma importancia para la sociedad porque genera opinión, cambio en el desarrollo.

Agregó que “cuando hicimos la enmienda se quiso constitucionalizar lo que consta en la Ley de Comunicación para darle fuerza a la comunicación como servicio y como garantía de derecho”. Enfatizó que al ser considerada la comunicación como servicio público se está reconociendo que la misma se sirve de las frecuencias, que son un bien de todos los ecuatorianos, y para que a través de ellas se haga una regulación por parte del Estado para que para los comunicadores y toda la ciudadanía esté garantizado este derecho.

Realidad. Vicente Ordóñez, presidente de la Unión Nacional de Periodistas del Ecuador, dijo que la tarea no ha sido del todo fácil en el 2015, porque siempre ha estado de por medio la aplicación de la Ley, que ha buscado de alguna forma amedrentar el trabajo de los periodistas. “Esta política de amedrentamiento ha concitado que organismos como la Superintendencia de la Comunicación haga una vigilancia permanente del ejercicio periodístico y lleve muchas veces a los medios a sanciones administrativas, lo que trae como consecuencia la censura previa en quienes ejercemos el periodismo y por ende la autocensura en el momento de ejercer la profesión”.

En esta fecha, Ordóñez recuerda que “hemos batallado no solo ahora sino siempre, y eso es lo gratificante, que buscamos la forma de llegar a nuestros lectores, oyentes y televidentes con los mensajes que la gente busca. Siempre escudriñaremos el poder pese a que esto moleste a quienes están ejerciendo el Gobierno; esa es nuestra misión, lamentablemente incomprendida por el poder pero resaltada por quienes todos los días hacen posible el periodismo”.

Situación. Sobre la situación de los periodistas en el país César Montúfar, director de Fundamedios, indicó que el 2015 será recordado como uno de los años más críticos para el ejercicio de la libertad de expresión y en particular para el trabajo de la prensa.  “La aplicación selectiva y arbitraria de una legislación que ya de por sí se cuenta como una de las más restrictivas del Continente, la censura previa vía la imposición de contenidos ejercida por distintas autoridades al frivolizar y abusar del derecho a la réplica y a la rectificación, entre otros, configura un panorama desolador en el Ecuador del 2015 para una de las libertades democráticas esenciales”, añadió.

Cifras. El informe de Fundamedios señala que desde enero hasta diciembre del 2015 contabilizó 368 agresiones en el país, con lo que se configura el año más violento contra la libre expresión, pues los ataques aumentaron un 44% respecto al 2014, que cerró con 254 agresiones. Con el nuevo récord, la agresiones se elevan a un total de 1.400, desde que se inició el monitoreo de Fundamedios en el 2008, añade el documento. A nivel internacional las cifras también son preocupantes. El presidente de la SIP dijo que el 2015 “acarreó un lado tristemente familiar y más oscuro: el año anterior fueron asesinados 20 periodistas “que nos obligan a seguir luchando por justicia y presionar a los Estados para que creen sistemas de protección y seguridad, y así ofrecer las garantías constitucionales que están obligados a respetar”.

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