Serán seis fechas decisivas que podrían dejar a Ecuador con un pie en Rusia.

Esto debido a que la “Tri” ha tenido el mejor arranque eliminatorio de toda su historia, ganando sus cuatro primeros partidos, lo que le permite estar en la cima de la tabla con 12 unidades.

Las estadísticas dan para soñar: ningún equipo que ha ganado en las cuatro primeras fechas en un inicio de Eliminatorias se ha quedado sin ir a la cita más importante del balompié.

Además, Ecuador está a 12 puntos del promedio que se necesita para clasificar a un Mundial como cuarto cupo.

Por ejemplo, para la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, Uruguay clasificó en cuarto lugar con 24 unidades.

Si Ecuador llegase a ganar sus tres partidos como local en el 2016 (ante Paraguay, Brasil y Chile), dará un gran paso hacia Rusia por dos razones, puesto que habrá llegado a los 21 puntos y marcaría distancia con tres rivales directos.

En Quito, los tricolores suman 28 de los últimos 30 puntos que han disputado en el estadio Atahualpa.

Recuperados. En el 2015 Ecuador demostró ser un equipo que puede superar las lesiones de algunas de sus figuras, apuntalados en el juego colectivo.

Ante Uruguay y Venezuela, la Tricolor no pudo contar con su principal referente por el extremo derecho, Antonio Valencia; con el delantero Enner Valencia, con Renato Ibarra y con Michael Arroyo, descartados por lesión.

Sin embargo, el estratega Gustavo Quinteros pudo armar un equipo sólido que venció primero a Uruguay por 2-1, en Quito, y luego a Venezuela por 4-1, en Puerto Ordaz.

Para los partidos contra Paraguay y Colombia, en marzo, Quinteros ya podrá contar con todas estas figuras, si es que no llegasen a tener una recaída en sus lesiones.

De visita. En el 2016 Ecuador deberá visitar a Colombia, que no ha tenido un buen inicio eliminatorio, sumando apenas cuatro puntos; en la fecha 8 visitará a Perú y en la fecha 10 a Bolivia, selección a la que ya venció en Quito en la fecha 2.

El juego. La “Tri” está demostrando que su fútbol no sólo se basa en resultados, sino en un estilo de juego en el que explota al máximo el potencial de sus jugadores.

Quinteros ha hecho de la Tricolor un equipo vertical, pero que tiene pausa en el medio campo.

En el once ideal de las dos primeras fechas, BBC Mundo incluyó a Cristhian Noboa, el mediocampista que está atravesando uno de sus mejores momentos como jugador.

Noboa, que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el fútbol ruso, es el director de orquesta de la selección, el que maneja los tiempos y marca el ritmo.

De local, Noboa registró 51 y 54 pases, el mayor número para un jugador ecuatoriano en la cancha, lo que deja claro que en el estilo Quinteros, el fútbol empieza en la zona medular.

Además, Ecuador sólo ha recibido dos goles en los cuatro partidos que lleva disputado.  

La clave. Que Gustavo Quinteros haya podido desactivar el mal ambiente que había en el vestuario de la Tricolor tras los roces entre ciertos jugadores –que se hicieron públicos luego del Mundial Brasil 2014– fue fundamental para el presente que vive Ecuador.

El entrenador argentino y su influencia para reconciliar al camerino ecuatoriano fue “el primer eslabón” para unir la cadena de éxitos. Así lo analizó en Argentina el suplemento deportivo Canchallena de diario La Nación.

Al asumir el cargo, en enero pasado, Quinteros tendió puentes en un grupo que quedó herido después del Mundial. 

“Si hubo algún problema, que se haya quedado en el pasado. La Selección estará por encima de los deseos personales”, dijo entonces.

Otro aspecto del “método Quinteros” que describe el medio argentino, para ‘revolucionar’ el fútbol de la “Tri”, tiene que ver con su estilo de juego.

Ecuador se presentó como un equipo sólido y contundente en el doble combo de las eliminatorias, con resultados históricos, como el primer triunfo sobre Argentina, en Buenos Aires, por 0-2. Pero Quinteros rescata el juego, la entereza y la predisposición de los futbolistas para desarrollar su idea, que tiene escasos puntos de contacto con las de sus antecesores colombianos, Reinaldo Rueda, Luis Fernando Suárez y Hernán Darío Gómez.

Quinteros, como lo demostró al mando del Emelec, bicampeón 2013-2014, practica un juego de presión en todos los sectores del campo, toque rápido del balón y transiciones veloces de defensa al ataque.