Actualizado hace: 938 días 13 horas
TRADICIONES
Fiesta que reafirma identidad cultural

La celebración de los apóstoles Pedro y Pablo o de Blancos y Negros es una de las más importantes a escala de identidad.

Sábado 02 Enero 2016 | 03:00

 “La provincia de Manabí es dueña de fantásticas y vistosas tradiciones y una de sus más sobresalientes expresiones populares es la celebración de las fiestas de san Pedro y san Pablo; cabe destacar que es un evento religioso en el que se conjugan ampliamente la devoción a los santos apóstoles Pedro y Pablo, y por otro lado la participación de los feligreses en un mundo mágico festivo”, explica Yuri Hernández Mendoza en su libro ‘Manabí, Identidad cultural y antropológica’. 

“Esto es en sí es el resultado de una imaginación colectiva que se materializa con los acostumbrados bailes, protocolos y manifestaciones folklóricas propias de nuestras comarcas campesinas o de la ciudad, estos acontecimientos populares generan un movimiento económico increíble, y esto responde a que los Palacios tanto de Negros como de Blancos, se preparan durante todo el año para la realización de las fiestas”, dice Hernández.
 
> LOS GABINETES. Según ha explicado el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural -esta fiesta es Patrimonio Inmaterial del Ecuador-, los Gobiernos de Blancos y Negros están conformados por un gabinete, elegido previo a la fiesta por los respectivos presidentes. Este gabinete lleva adelante un sinnúmero de actividades y la gran preparación que demanda la celebración.
Como parte del festejo, se realizan misas en honor a los santos, se proclama a la reina con su corte de honor, se realiza un pregón, procesión en el mar con banda de pueblo, el tradicional ‘baile de las banderas’, encuentro de Gobiernos de Blancos y Negros y el baile del perfume, donde cada una de las reinas y su corte rocía colonia a los miembros del otro gabinete, en una demostración de paz y convivencia.
 
> algo de historia. Se indica además, en cuanto a la historia y antecedentes, que aunque no hay un dato exacto del inicio de las fiestas de San Pedro y San Pablo en Manabí, el año 1860 es el dato más antiguo que se tiene de la fiesta, de acuerdo a una descripción de Alfredo Pareja Diezcanseco. Además se explica que con un tiempo prudencial de anticipación se realizan los preparativos para cada 27 de junio dar inicio a la celebración patrimonial de San Pedro y San Pablo en Machalilla-Puerto López, mientras que en algunas poblaciones como Picoazá, Sosote y Crucita inician el 24 de junio, día en que se celebra la fiesta de san Juan.
El objetivo de la procesión en embarcaciones por el mar es pedir a los santos que el año siguiente sea productivo para la actividad pesquera, entre otras intenciones de índole religioso-tradicional.
Se considera que esta fiesta reafirma la identidad de estas poblaciones, su vínculo con el mar y con ello el sentido de pertenencia a la localidad. Entre junio y agosto de cada año se realizan estas actividades en honor a los santos en varios lugares, entre ellos la parroquia Machalilla del cantón Puerto López, Picoazá, Crucita y San Pablo de Portoviejo, en Montecristi, Sosote, San Jacinto, San Clemente, Manta, Jaramijó y más.
 
> con VALORES. La fiesta reafirma la identidad de estas poblaciones, su vínculo con el mar y con ello el sentido de pertenencia a la localidad. La escenificación identitaria de los pueblos que la celebran, conjugan y recrean una serie de elementos culturales que hacen parte de la misma, por ejemplo la gastronomía, la música, costumbres y tradiciones, valores culturales que reafirman identidades desde lo ‘auténtico’ y lo ‘propio’, se agrega.
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