Tras cumplir una fructífera temporada en el fútbol húngaro, Cristian Ramírez arribó a Santo Domingo para compartir las fiestas navideñas con su familia y amigos.

Durante estos días quiere olvidarse del fútbol y disfrutar de los suyos, de sus amigos, con los que compartió gratos momentos en las canchas de la cooperativa Nuevo Santo Domingo, lugar donde vive.

“Recuerdo que todos los días me gustaba disparar al arco en esas canchas de tierra. Así fueron mis inicios”, comenta Cristian.

Cuenta que su referente dentro del fútbol mundial es el retirado futbolista brasileño Roberto Carlos, “por eso trabajaba en mis remates con izquierda y lo sigo haciendo”, afirma.

Él juega de lateral izquierdo.

Carrera. A la edad de 16 años, el fútbol profesional tocó las puertas de la casa de Ramírez. El club Independiente del Valle adquirió sus derechos. Por este motivo el equipo de Sangolquí significa para él respeto y agradecimiento.

Tras dos años de trabajo en el plantel dirigido por Pablo Reppeto, su carrera se expandía al viejo continente.

Luego de sus intentos fallidos por fichar por el Borussia Dortmund (Alemania) y el Tottenham (Inglaterra), en el 2013 Ramírez es comprado por el club alemán Fortuna Düsseldorf.

En este equipo vivió una de sus mejores experiencias.

El 14 de julio enfrentó a Radamel Falcao, en ese entonces del Mónaco, en un partido de carácter amistoso.

“Recuerdo que le ganamos y luego del compromiso intercambiamos camisetas”, expresa.

Una temporada después se convirtió en refuerzo del Nuremberg, pero su consagración llegaría en el 2015 con el club  Ferencváros. Hoy en día su mirada está puesta en la Selección Ecuatoriana, pues afirma que uno de sus sueños es llegar con el combinado tricolor al Mundial Rusia 2018.“Esto es paso a paso. Seguiré trabajando y todo depende del cuerpo técnico de la Selección”. Respecto a su relación con el “profe” Gustavo Quinteros, enfatiza que ha mantenido conversaciones y espera que su buen nivel en Europa sea tomado en cuenta.