Habitantes de la parroquia La Unión, de Santa Ana, denunciaron que los trabajadores municipales arrojan a la orilla del río y del canal los desperdicios que ellos recogen a la parroquia, con lo que causan un grave perjuicio a la población que se sirve del río. Piden al municipio que tome medidas, pues el agua es contaminada hasta con la sangre de las reses que se sacrifican en la parroquia. La Unión no tiene un sitio para el desalojo de desechos.