El contraataque humano está a cargo de un grupo de especialistas del programa de control de rabia bovina, que atrapa estos animales, les unta veneno y luego los suelta para que en sus escondites contaminen al resto de la manada.

El último contraataque se dio en Cascol, Paján, hace una semana.

30 hematófagos fueron capturados en la redada nocturna que viene haciendo Julio Tamayo, veterinario responsable en Manabí del  programa implementado hace algunos años por Agrocalidad conjuntamente con el Magap.

La redada fue el 14 de octubre, en  luna nueva, cuando hay total oscuridad.

En las noches, cuando los atacantes salen de sus guaridas, originan mordeduras a las vacas, caballos y otros animales para chupar la sangre.

Pueden transmitir rabia bovina y enfermedades neurológicas que llegan a  ocasionar la muerte.

Rafael Márquez, técnico de campo del programa de ganadería sostenible del Magap, indicó que efectúan un cerco enmallado que sirve como trampa para la captura de estos hematófagos.

En el último operativo los murciélagos estaban en un pozo abandonado cercano al corral.

En ese pozo se estima que vivían al menos 300 murciélagos.

Cerca se ubicaron las mallas y así se logró capturar a los que servirían para llegar a la manada.

A los que caen en las redes se los clasifica antes de envenenarlos, pues hay otras dos especies de murciélagos que no hacen daño al ganado -los insectívoros  y fructíferos-, pues se alimentan de insectos o frutas. 

Los técnicos laboran hasta la madrugada monitoreando la caza de los pequeños “chupa sangre”.

> Afectados. Según los  técnicos, los cantones del sur de Manabí han sido los más afectados, por eso en esa zona se ha intensificado el trabajo de redadas y campañas para alertar a los ganaderos de tener cuidado con estos hematófagos, que han producido muerte de animales.

Tamayo afirma que en la provincia se viene desplegando este programa en los cantones Rocafuerte, Portoviejo, Santa Ana, 24 de Mayo, Olmedo, Montecristi, Paján, Puerto López y Jipijapa.

>La forma. Los técnicos explicaron que los murciélagos son exterminados mediante la aplicación de una pomada en la 

espalda que es a base de guarfarina, un veneno secante.

Los técnicos aseguran que en las guaridas ellos tienen el hábito de acicalarse, limpiarse o lamerse, pasándose el veneno unos a otros y de apoco, a los cinco o siete días comienzan a morir.  

Este tipo de capturas se mantendrá, pues se busca reducir la presencia de estos “chupa sangre” en las fincas ganaderas y granjas.

El programa de control de la rabia bovina y control de enfermedades neurológicas lo ha implementado Agrocalidad en conjunto con el Magap en todo el país. Se está trabajando en el control de vectores de murciélagos hematófagos, que son animales que atacan directamente al ganado bovino, y se está tratando de bajar la incidencia de este problema para que el ganadero no tenga pérdidas económicas y ayudar en salud pública, ya que este mamífero puede ser a veces portador de la rabia, la misma que si se transmite a un humano  puede ser mortal. Se trabaja en conjunto con los técnicos del Magap, además se está incluyendo a las asociaciones de ganaderos, gobiernos parroquiales, municipales y la propia comunidad, para que conozcan sobre esta enfermedad y sepan cómo combatirla. Los propios ganaderos en donde implementamos las redadas nocturnas participan y colaboran.