“Cuando había un incendio nos tocaba llegar corriendo y llevar las mangueras en una carretilla y al hombro”, recuerda.

Aún lleva una gorra de la casaca roja y gusta vestir con colores similares a los del uniforme bomberil.

Él inició en esta labor cuando tenía apenas 20 años y estuvo a cargo de ocho personas, todos voluntarios.

El Cuerpo de Bomberos nació con Manuel, para quien el cuartel fue su casa durante más de 20 años. “Yo comía, vivía y dormía allí”, rememora nostálgico.

El hombre se refiere a un terreno frente al parque Zaracay hasta donde llegaba la gente en precipitada carrera a avisar de las emergencias. No había teléfonos.

Cuenta Manuel que en la década de 1960 con el apoyo del Municipio consiguieron bloques y cemento para hacer el primer cuartel, los albañiles fueron los mismos bomberos voluntarios.

Manuel se jubiló en el año 2010, pero siempre que puede llega hasta la estación Santa Martha a conversar con sus colegas.

Del Cuerpo de Bomberos de la época de Manuel sólo queda una vieja motobomba que permanece en el cuartel de Puerto Limón.

Actualmente hay 107 elementos operativos y más de 50 vehículos repartidos en cinco estaciones: Abraham Calazacón, Santa Martha, Puerto Limón, San Jacinto del Búa y Luz de América.

Segundo Cayo, también compartío el cuartel con Manuel y asegura haber salvado de asfixiarse a al menos 15 personas.

Édison Quinga, segundo jefe de la casaca roja, tiene 18 años sirviendo a la institución. “Mi profesión es sinónimo de sacrificio, de entrega”, dice.

Bismar Paucar es bombero desde hace poco más de un año. “Es difícil evitar sentirse mal cuando alguien muere y los familiares nos reclaman y nos dicen que somos los responsables”, señala.

Hoy a las 11h00 en las instalaciones del cuartel Santa Martha se realizará un acto solemne en conmemoración del Día del Bombero Ecuatoriano.

Allí se condecorará a Manuel y al trabajo de un centenar de hombres y mujeres que se enfrentan al peligro.