Así lo afirma Luisa Angulo, quien forma parte de la Asociación de peinadores Nueva Imagen, del cantón Atacames, provincia de Esmeraldas. 

Angulo lleva 20 años practicando este arte. 

“Yo les hago las trenzas a los turistas que acuden a los balnearios de nuestra provincia”, refiere la mujer.  

Ella tiene 56 años y recorre las playas de Tonsupa, Atacames y Súa para mejorar sus ingresos económicos.

“Es un trabajo laborioso, se requiere de mucha habilidad”, indica Angulo mientras realiza las trenzas a una de sus compañeras.

Angulo se especializó en este oficio gracias a su abuelita.  

“Ella siempre nos indicaba que este peinado es parte de nuestra cultura”, explica.  

La señora destaca que los estilos de trenzas más comunes son: diadema, olitas, la hoja de marihuana, el sol, palmitas y mallitas.

“Aunque en la actualidad el peinado que está de moda para las chicas es el combate, el cual se lo elabora a un costado del cabello”, comenta.

Éste tiene un costo de 3 dólares.

Con un catálogo y todos los implementos (aceite de coco, crema, toalla, mullos, ligas y peinilla), Angulo y otras 47 mujeres recorren las diferentes playas de Esmeraldas para ofrecer su arte. 

Verónica Montaño es otra de las trenzadoras de la misma asociación.

Ella cuenta que antes de la dolarización las trenzas se sujetaban con lana o papel aluminio, pero que ahora esos accesorios han sido reemplazados por las ligas y mullos.

Época de esclavitud. Rubiela Sandoval Caicedo es una afrocolombiana que reside en Atacames.

Desde el 2005 trabaja independientemente elaborando trenzas.

“Este tipo de peinado es de nosotros los negros, viene de la época de la esclavitud. Para la raza negra las trenzas era una forma de comunicarse entre ellos. A través de este peinado solían hacer un mapa para dar con su ubicación”, señala Sandoval. 

Narcisa Hurtado Valencia es parte de la Asociación Tejiendo con Nuestras Manos, de Atacames.

Ella dice que luego de la época de la esclavitud las trenzas llegaron a Esmeraldas a través de los hippies.

“Ellos impusieron esa moda en nuestra provincia”, manifiesta.

Este peinado puede durar entre 8 y 15 días.

El costo depende del modelo. Hay trenzas que cuestan entre 15 y 20 dólares.

“Nosotros hemos sido capacitados por el departamento de Turismo de Atacames. Este trabajo es nuestra fuente de ingresos”, añade.