Es una bebida que en el Atlas Alimentario de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes del Ecuador se menciona como parte de la alimentación frecuente de los siona, población indígena que se encuentra en el nororiente del país. 

En la actualidad, en la mesa de muchas familias esta colada no falta. Resulta muy fácil de preparar porque solo basta con colocar en el fuego todos los ingredientes y dejarlos hervir.

Cuando el maduro se encuentre muy suave y se deshaga ya se la puede servir fría o caliente y su sabor no cambia.

 

>fuente de energía.  Marilin Ramos, madre de familia, afirma que su mamá y su tía le enseñaron la técnica de preparación de la chucula.

Por eso los suyos gustan de este plato por el sabor y textura que presenta. Asimismo, lo considera un gran refuerzo alimenticio para los niños porque brinda la energía que demanda la actividad física diaria.

Por su parte, Nicolle Bautista, estudiante de colegio, comenta que en su hogar es frecuente el consumo de esta bebida y más aún en época de exámenes escolares. 

“Esta colada es dulce y lo que más me agrada es que varía mucho de lo que normalmente se toma en el desayuno”, dice.

Pero también se la consume en horas de la tarde, antes de la merienda.

Dado que es una bebida antigua y tradicional, se hace necesario saber de dónde proviene.

 

> los siona. Su nombre significa ‘hacia la huerta’   en lengua siona o paicoca. La economía de este pueblo depende de la agricultura.

Cultivan varios productos, entre ellos la yuca, el maíz, el arroz, el chontaduro, los plátanos, la piña y la naranja. Por encontrarse dentro de la Reserva Cuyabeno, tienen convenios para seguir usando sus espacios tradicionales de cacería y pesca, con algunas normas específicas de conservación y está basada en animales como la danta, el pécari, el tapir, la guatusa, la guanta, los armadillos, entre otros.

En cuanto a su gastronomía originaria, los platillos más comunes son: el casabe, la fariña y la colada de maíz con maduro. Como bebida, son muy populares  la chucula y la chicha de yuca, aunque en época de fiestas es común la elaboración de la chicha de verde con yuca.

En la Amazonía hay una historia de cómo se bebía la chucula. Relatan que “había un joven, casado con una mujer. Un día, mientras el esposo salió a cazar, su hermano fue a visitar a la mujer con intenciones malsanas.  Ella, picarescamente le brindó una taza de chucula y le dijo: Tome rápido. Él bebió el tazón grande y como estaba muy caliente se quemó todo el cuerpo y  murió”. Con este relato se pretende enseñar que la chucula se debe tomar despacio, porque suele estar demasiado caliente y se pueden quemar.