“Existen intereses políticos del municipio en tener a la dirigencia de su lado a toda circunstancia. Hoy me tocó a mí, mañana le toca a otros. Hay que unir fuerzas para que este atropello no vuelva ocurrir”, señaló. 

Él se mantiene en que ese proceso es ilegal y que no dejará la presidencia hasta que se realicen nuevas elecciones convocadas por el  comité barrial que él dirige.   

Mirella Cárdenas dijo que pasó por un caso similar. Ella explicó que en marzo del 2014 fue reelecta presidenta de la Federación de Barrios de la parroquia Eloy Alfaro y, meses después de tomar posesión la nueva administración, le notificaron que ya no era la presidenta. Cárdenas cree que su destitución fue política, porque apoyó al anterior alcalde. Pero estos hechos no son nuevos. 

Ernesto Cuenca, exdirigente de la ciudadela Divino Niño, aseguró que en la administración anterior municipal también fue “marginado por pensar diferente”.

Municipo.  Ramón De Mera es quien dirige la dirección de Gestión Socioeconómica y Participación Ciudadana que, entre sus funciones, tiene la competencia de registrar las directivas barriales. 

El funcionario aceptó que en la elección de El Paraíso hubo veedores de la dirección, pero aclaró que esto no significa que el proceso sea reconocido o avalado. Solo fue de apoyo para que se realice sin problemas. Adelantó que se reconocerá las elecciones solo si se presentan pruebas justificando que el proceso se realizó apegado a la ley.  De Mera descartó que el municipio interfiera en las elecciones barriales.  “No trabajamos por tiendas ni camisas políticas, lo hacemos con todos los dirigentes de barrios sin importar su posición ideológica. Si fuera por conveniencia tuviéramos todo a favor, pero no es ese nuestro objetivo, más que trabajar”, dijo.