Según amplía la investigación sobre la mayoría de los mencionados, el aporte calórico es el mismo que el azúcar blanca, a pesar de que se venden como productos aptos que ayudan a la pérdida de peso.

“No hay azúcares mejores que otros, pueden ser más sofisticados, más caros u originales, pero no más saludables”, señala Alma Palau, presidenta del Consejo General de Dietistas Nutricionistas. 

Revelación. Para esta experta, todos estos productos que se están poniendo de moda como alternativa saludable al azúcar blanca refinada, son nada más que  azúcar blanca con colorante y siguen siendo “azúcares simples que pasan rápidamente a la sangre”, sostiene. 

El nutricionista Julio Basulto también comparte  que desde un punto de vista nutritivo, tanto en los edulcorantes de dieta, melaza y azúcar morena “no hay diferencias significativas en el aporte de nutrientes, a pesar de que muchas veces nos lo hacen creer”. 

Este profesional advierte del engaño al que llevan muchos enunciados de ellos cuando aseguran tener “menos calorías por 100 gramos”.

Dice que difícilmente alguien se toma tanta cantidad de este producto en una sola dosis para poder obtener los supuestos beneficios y “si se los toma le hace un flaco favor a su salud”, avisa.

Otra visión. Por su lado, la nutricionista Sandra Macías dice que es mejor consumir el azúcar blanca en bajas cantidades, ya que “la función del azúcar en nuestro organismo es importante, dado que se encarga de proporcionar la energía necesaria para el funcionamiento de los diferentes órganos y tejidos del organismo”, destaca.

Sólo nuestro cerebro es responsable del consumo del 20% de energía procedente de la glucosa, añade. Advierte que si la cantidad de azúcar en sangre desciende, el cuerpo comienza a sufrir trastornos como debilidad, temblores, torpeza mental e incluso desmayos.