La administración que preside el Ing. Agustín Casanova, así como el Arq. Carlos Vásquez, vicealcalde, tiene en su programación para este año un gran proyecto, para cambiar la imagen del parque y ponerlo a tono como otros que existen en ciudades como Quito y Guayaquil. Ojalá que esto se cumpla, porque ya han pasado más de 7 meses desde que el Arq. Vásquez convocó, el año pasado, a una histórica reunión en la que todos quedaron muy motivados.

Aquella reunión se dio en la parte baja del escenario y concurrieron los directivos de la Fundación, del Club Deportivo Palmeiras, así como un grupo de habitantes del sector, que viven en la segunda etapa de la ciudadela Universitaria. Allí se habló mucho de este ambicioso proyecto, que se sorprendió y alegró a los asistentes, los mismos que agradecieron y dieron sus sugerencias de acuerdo a la realidad de cómo se encontraba el parque. A pedido del ganador del concurso, Arq. Arturo Salazar -de la Sierra- las sugerencias fueron tomadas en cuenta y se escribieron con mucha parsimonia y solemnidad. Al final, se concretó con mucha seguridad que en pocas semanas, (3 o 4 meses), volvería a reunir a los que quisieran asistir, para evaluar el proyecto, y cómo iba a quedar, respetando los árboles plantados.

Ya han pasado algunos meses y no se conoce cómo quedó el proyecto, lo que se sabe es lo que difunde la prensa. Se olvidaron de la población del sector, que sigue  pacientemente esperando ser convocada para verificar lo ofrecido, ya que son más de 20 años que espera  que se cumpla este anhelo; pues esta obra vendría a transformar el sector, ya que en el mencionado proyecto, está contemplado el arreglo de la avenida Antonio Menéndez, que una vía fue asfaltada hace poco, pero la calle de tierra que queda en la parte baja, al otro extremo, se encuentra abandonada y llena de huecos, polvo y escombros, sin alcantarillado de aguas lluvias y con un mal funcionamiento de la red de aguas servidas, que se tapona en poco tiempo, provocando que en cada invierno la situación se vuelva insoportable. No queremos que esto se convierta en un mero ofrecimiento.