La sectorización para el uso de las vías y el estacionamiento controlado son parte de dificultades a superar, porque hay más, especialmente la tradicional resistencia al cambio, a una educación o cultura de tránsito acorde a las necesidades del presente.

Por ello, junto al deseo de enderezar lo que está desviado debe ir la decisión de afrontar y enfrentar los obstáculos aplicando la ley, sin evasivas, haciéndola cumplir, por ejemplo en las siguientes irregularidades:

* La tradicional mala costumbre de los conductores de los buses de dejar y recibir pasajeros en media calle, obligando a los usuarios a correr para no perderlo porque el busetero está apurado o porque el espacio de parqueamiento lo ocupa otro vehículo, interrumpiendo la libre circulación de otros automotores, cuyos conductores se pegan al pito en ruidosa protesta.

* El irrespeto a las señales de tránsito horizontales y verticales, como las pintadas en las calles para guiar la circulación por cada carril, desobedecida para no hacer cola, invadiendo vía para adelantar a los otros.

* La no utilización de las luces direccionales, especialmente los taxistas que, según me indicaron, en broma y en serio, creen que ahorran batería de esa manera.

* La inobservancia a la línea zebra, obstaculizando el paso peatonal y atentando contra la seguridad de los mismos, pues estos deben cruzar antes o después de la misma. Generalmente zigzagueando entre los vehículos, al estilo torero.

Estos son ciertos casos de infracciones, arbitrariedades y hasta delitos de tránsito que suelen presentase a diario, con punto de origen en la ausencia de una correcta, permanente y eficiente educación vial, que es una de las más pesadas cargas que deberá alivianar Portovial, el mismo que pronto deberá crear su propio cuerpo de vigilantes para lograr una estructura orgánica funcional completa, a objeto de que su eficiencia no dependa de otra entidad.

Mientras, quizá como idea pueda funcionar que Portovial suscriba con ECU 9-1-1 un convenio mediante el cual esta dependencia municipal pueda acceder o recibir imágenes a utilizar en los momentos en que los vehículos cometen infracciones de tránsito y aplicar sanciones, para hacer consciencia de que no es necesaria la presencia de un agente de tránsito para respetar la ley y sus reglamentos.

O pedir a la Comisión de Tránsito de Ecuador (CTE) facilitar algunos agentes que sirvan provisionalmente en Portoviejo.

Que son ilusiones, dirán algunos. Quizá, pero ¿son mentiras?