La revista estadounidense The New Yorker se hace esta pregunta en un reporte publicado ayer.

Sánchez Villalobos, a cargo en el cártel de Sinaloa de la región de México que hace frontera con California, fue detenido en enero de 2012 en Zapopan, Jalisco, por integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Según la revista, está recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Altiplano I, localizado en Almoloya de Juárez, estado de México.

Su celda está ubicada en la misma sección de tratamientos especiales donde se ubicó el Chapo, antes de fugarse el pasado 11 de julio, de acuerdo con The New Yorker. 

“Si Guzmán podía usar un celular, pese a las prohibiciones de la prisión federal, es posible que Sánchez Villalobos también tuviera un aparato de comunicación, y que ayudara a coordinar el túnel de escape del Chapo, desde dentro de la cárcel”, indica la revista estadounidense.

Para respaldar su hipótesis, The New Yorker indica que los túneles que coordinaba y financiaba Sánchez Villalobos en Otay Mesa (comunidad al borde de la frontera entre Estados Unidos y México) tienen características similares a las del túnel que sirvió al Chapo para escapar. 

Entre ellas están la profundidad, el sistema de iluminación y los sistemas de ventilación, así como el apuntalamiento de madera alrededor del eje de entrada del túnel.

 

>EXTRADICIÓN. Un juez mexicano emitió ayer una orden de detención con fines de extradición a los Estados Unidos para el Chapo Guzmán.

La información fue difundida por José Antonio Rodríguez Calderón, subprocurador jurídico de la Procuraduría General de la República. “Presentamos la solicitud oficial de extradición ante el juez tercero de procedimientos penales del DF”, explicó el funcionario, que añadió que había sido concedida.